viernes, 17 de julio de 2015


Solo una estratagema lógica para desmentir tanta literatura de autoayuda, leída por ahí: bastaría un solo libro de autoayuda eficaz para que no se publicara ningún otro. No pasa lo mismo con la literatura, digamos, dura.... Como el propósito no es precisamente ayudar a nadie, su esencia no está sujeta a la producción en serie. A lo sumo, entregar una visión, abrir una fosa.

Evangélicos de la poesía


Al regresar a casa luego de comprar algunas cosas, unos evangélicos en la esquina vociferando contra el diablo y a favor de la salvación de las almas un día feriado cuando alrededor nadie cruza ni aparece ni por si acaso. A diferencia de los ateos, rescato en esa locura desatada cierto coraje para hablar contra todo pronóstico y sin ninguna clase de audiencia en particular, solo por la pura convicción, hasta cierto punto necia, de la palabra empeñada. No hay mucha diferencia entre eso y las lecturas poéticas de los declamadores en plena calle. Evangélicos de la poesía. Solo por eso les daría dinero para que se vayan a la casa a tomar once...