viernes, 9 de marzo de 2018

"¿Quiénes podrían ser héroes de la vida real? ¿Héroes cotidianos?". Algunos se limitaron a responder que los bomberos. Otro dijo que los pacos, y fue abucheado y tratado de weón por un compañero suyo. Una chica al medio repitió que los futbolistas, y fue aplaudida. Detrás de un grupito en toda la esquina, un último cabro se alzaba y explicaba que los profesores. Silencio repentino. Nadie dijo nada. El grupo curso clavó su mirada en mi persona. Al notar un gesto dubitativo, de la nada otra cabra se manifestó junto a la puerta, diciendo que no todos. "Algunos de hecho parecen más villanos, como el profe de ciencias". Bochinche inmediato. La amiga suya, para seguirle el mote, agregó que también parecían a veces una especie de anti héroes. "Haciéndonos la vida díficil". Uno de los cabros de aquel grupito de la esquina mencionó, en cambio, que algunos simplemente son "de pana" y otros se van en la volá. Los ogros del bosque o bien los bufones del rey. Y sin notarlo, en un par de clases los cabros ya habían hecho toda una caricatura del profesorado, a partir de la trastocación de la figura del héroe planteada para la primera unidad. Así es como van aprendiendo realmente, hueveando al resto, dejando fluir lo jocoso sin culpa.
Vi The square en Insomnia. Hilarante sátira contra el arte contemporáneo. Una mezcla ácida entre Haneke y El ángel exterminador de Buñuel. Ya entiendo por qué ni figuró en los Oscars. Demasiado bizarra, demasiado intragable para gustos palomiteros.