lunes, 18 de marzo de 2024

Tras el fallo, se adjuntó la nómina de obras y proyectos no elegibles y no seleccionados. En otra, los que quedaron fuera de convocatoria. Una verdadera "lista negra". De inmediato, recordé un breve cuento que había escrito para un futuro hipotético libro que estoy preparando, llamado "Onirómano". En el cuento se habla de un sueño sobre un libro que recopila aquellas obras rezagadas de los fondos del Estado.

Lapsus

Soñó que deambulaba por una plaza y en una feria se encontraba con un extraño libro. Era una recopilación de algunas obras literarias rezagadas por los Fondos del libro y la lectura, en el lapso de una década. Comenzó a hojearla, pero no figuraba ningún nombre del responsable de la obra. Perfectamente pudo haber sido una multitud. En la contratapa se dejaban leer las siguientes líneas de Leopoldo María Panero: "Qué es el hombre, pregunta la mano que escribe. /El Infierno pregunta de quién es la mano que escribe". Al intentar leer la obra, despertó, abrupto, sin alcanzar a consultarla, haciéndose polvo entre sus manos. Lo único que sobrevivió fue su nombre: Lapsus.
Algo increíble de la evaluación del proyecto fue que en la mayoría de los indicadores, sobre todo en los de criterio editorial y financiación, sí cumplía con los objetivos, pero era imprecisa su bajada y debía mejorar algunos aspectos. Terrible, considerando que la fundamentación completa prácticamente se la dejé a Ediciones Universitarias de Valparaíso, quienes se comprometieron a postular la obra por considerarla "meritoria". En la parte del curriculum mencionaron algo que me da mucha risa. "El autor cuenta con un currículum en el ámbito de la poesía, previo a esta obra en prosa. Si bien no presenta una gran experiencia como cronista, la editorial cuenta con un catálogo de obras que podrían apoyarlo." Casi se podría armar un relato satírico únicamente basado en estas jugosas derrotas.
Entre los textos que he trabajado con mayor desarrollo están la crónica, el cuento, el relato, la frase, el prólogo, la reseña crítica, el artículo de opinión, la columna, la anécdota, la reflexión y el poema. He escrito ensayos pero no los suficientes, ni con la soltura precisa. En cuanto al género dramático, nunca lo he abordado. Tal vez podría. Alguien recuerdo que también me recomendó escribir guiones de cine. Otra veta pendiente. La novela, por su parte, me parece un terreno aún por explorar. Me propongo trabajar en una, que temo que algún día vea la luz.