martes, 9 de enero de 2018

La castidad derechista de Henry Boys vs el donjuanismo televisivo de Julio César Rodriguez. En el fondo, el impasse no ocurrió tanto por la diferencia de visiones respecto a la vida sexual, sino que por una invasión a la intimidad como falso argumento de fondo. El pendejo de la derecha se vio tocado, acorralado en lo personal, en un momento de la entrevista, y no tuvo otra que preguntarle al otro wn cómo le estaba yendo a él con su nueva pareja. Diálogo de sordos.
Un viejito a eso de las once y media iba trotando por todo el sector de Colón en la vereda de la Contraloría. Me lo topé de regreso a casa. Iba en sentido contrario. En todo caso, siempre lo había visto trotar durante el día por esos mismos lados. Seguramente estaba por terminar su rutina runner. O a lo mejor, por empezar su maratónico trote nocturno. Me imaginé de inmediato a Bruno Bernal, aquel corredor inmortal del puerto al que se le veía siempre recorrer el borde costero y la Avenida Alemania y que, además de correr, leía mucho. Su espíritu deportivo aún seguía pululando, en la mente y el corazón de ciertos transeúntes entusiastas. Era todo lo contrario a un recorrido incierto. Tenía una dirección y un propósito, siguiendo el derrotero de las pulsaciones cardiacas y la geometría de las calles. Se abría paso raudo entre aquellos que permanecían estáticos en el centro de la ciudad o entre aquellos que caminaban sin un plan, como su servidor, un flaneur improvisado, alimentado por la dejación vespertina, sin otra expectativa que el ajetreo azaroso de la noche y el registro de momentos dinámicos como el del trote aperrado de este sucesor de Bernal. Sin embargo, hacia dónde iría después, qué destino le esperaría en el trayecto de vuelta a la casa, no se podía saber. Lo importante era que trotara, rápido, sin tregua, acaso sin explicación, en un momento en que la mayoría afirma nadie debería trotar, y en el que casi todos esperan con ansias entregarse al sueño o a la bebida, para hacer del hedonismo la única y crucial carrera veraniega.