martes, 24 de noviembre de 2020

 


Bajando por el cerro luego de visitar a mi abuelo, me llamó la atención un afiche del Rechazo a un costado de la Ex Morgue. Era el único. En el afiche figuraba un ángel con cuerpo de mujer, con largas alas blancas, cortándose las cadenas. Los colores asemejaban los de la bandera chilena. A pesar de la aplastante derrota del Rechazo, el afiche seguía ahí, en esa pared de la Ex Morgue, incólume, sin señal de haber sido destruido. ¿Estoicismo o sarcasmo? El curso de la historia había querido que el simbolismo de ese afiche tardío conectara con la remembranza agónica del espacio ahí instalado. Continué mi camino rumbo al próximo paradero, rumiando sobre esa mujer ángel liberada de sus cadenas que sería el hipotético Chile de los rechacistas si hubiese ganado su opción. La política, por muy sucia que parezca, tiene mucho de eso: de eros, delirio y ensoñación.