jueves, 16 de junio de 2022

Que no se engañen: la reciente coalición de Microsoft y los profetas de Silicon Valley con el gobierno de Biden, la orwelliana Junta de Gobernanza para la Desinformación, no es para nada un dispositivo de poder diseñado con el objetivo de censurar las noticias falsas o “fake news”. Este existe solo para poder censurar cierta información inconveniente, no la desinformación en general. Como decía Alan Moore: ¿Quién vigila a los vigilantes? ¿Quién vigila a Microsoft, Adobe o Intel para que se mantengan bajo estándares éticos y se confirme que toda la información que de ellos emana sea correcta y verificable? En efecto, no existe nadie que revise si los dichos de Bill Gates y compañía son realmente ciertos, más allá de toda duda razonable. Entonces, pareciera ser que, al fin, si uno tiene el dinero suficiente, puede llegar a “comprar la verdad”, literalmente.
"Según Oleksandra Koval, directora del Instituto del Libro de Ucrania y ex presidente del Foro ‎de Editores de ese país, el objetivo de esa orden –impartida por el gobierno de Kiev el 19 de mayo ‎de 2022– es garantizar la destrucción de 100 millones de libros que «divulgan el Mal». ‎

Sólo algunos ejemplares serán conservados en bibliotecas universitarias para servir como objeto ‎de estudio a investigadores sobre «el origen del Mal». ‎

Esta campaña oficial de destrucción de libros iniciada en Ucrania se aplica a todos los clásicos de ‎la literatura rusa, desde Alexander Pushkin hasta León Tolstoi y pasando por las obras de ‎Dostoievski. ‎

Ante estos hechos se imponen dos importantes observaciones:‎

Europa y el mundo no habían asistido a la destrucción masiva de libros desde las quemas de libros ‎organizadas por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.

La OTAN trata de ocultar esa noticia porque está perfectamente consciente de lo que está ‎pasando."

El gobierno del presidente ucraniano Zelensky ‎ordena destruir 100 millones de libros (voltairenet.org)

¿Y qué pasaría si te dijera, querida, que lo nuestro daba para novela, pero para novela existencialista, melodramática, policial y conspiranoica, ya que las palabras fueron nuestras únicas armas; y la realidad, nuestra única escena del crimen?