"Puedo perdonar a Alfred Nobel por inventar la dinamita, pero solo un demonio con forma humana podría haber inventado el Premio Nobel". George Bernard Shaw. Lo mismo debiera correr para el Premio Nacional.
miércoles, 24 de septiembre de 2025
Reflexión de hace doce años. Evidente cambio en el estilo:
Creo que las nuevas fábulas sobre el fin debieran tener por premisa pequeñas digresiones, tales como la del reloj despertador averiado o la del perro meando la rueda del vehículo. El proceso de síntesis del mundo moderno es tal que la intuición del final puede percibirse en la mínima vuelta a la manzana. Los semáforos se asemejan a cuentas regresivas de los pasos de la ciudadanía. Las cuentas de la luz y del agua después del opio de las fiestas se vuelven credenciales de madurez y, en cada momento, el trabajo de toda una vida puede ser el habitat para la bestia que se devora a sí misma, a la manera de Millán en el Apocalipsis doméstico: cada pieza y mortal de la ciudad como un gran dominó que precipite su propia reacción en cadena. La entropía es, a la vez, el cliente ejemplar, el candidato político y el accionista sagaz. El caos es el copiloto.
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