Unos delincuentes armados entraron a saquear la tienda Easy de Valpo. Para entorpecer la acción de Carabineros, habrían arrojado "miguelitos" (púas) en Avenida Brazil y quemado un par de vehículos en el cruce de Avenida Argentina con calle Yungay. Un video en el interior de la tienda registró el momento del ingreso de los saqueadores. Arriba de la entrada, un cartel que decía "Por un mundo mejor". Se alcanzó a ver a los sujetos con capuchas y con overoles, reduciendo a los guardias "a punta de fierro y de fuego".
Lucy Oporto lo dijo y nadie la escuchó en su momento: "En Valpo hay un lumpenconsumismo desatado". Fue tratada de fascista de inmediato, por los obtusos de siempre. Su texto del año 2019: "Lumpenconsumismo, saqueadores y escorias varias: tener, poseer, destruir", vuelve a resonar de manera inevitable, con mayor significado, a medida que aumenta la inseguridad en el puerto herido. Estos tipos no son "víctimas del sistema", son su excrecencia, productos de una metástasis materialista a ultranza, los parásitos de un modelo consumista que irrumpe con violencia para saciar su compulsión barbárica. "Tener, poseer y destruir" como hubiera mencionado Pasolini.
Al huir, los saqueadores procuraron que la llamarada bloqueara el paso. Los conductores, seguramente desviaron su camino. Los transeúntes, impotentes, de seguro tuvieron que huir, ante la arremetida. La llama aplacó el frío de la noche porteña, pero trajo consigo el peligro, la sombra humana. Sentencia Lucy Oporto, en su ensayo de crónica filosófica, con profunda amargura: "El lumpenconsumismo destella su fuego negro de vacío”.