domingo, 14 de mayo de 2023

Contra el buenismo progre, contra los zalameros de la corrección política, contra las causas woke de manufactura anglo, yo opongo la desfachatez del pensamiento libre y el despliegue del idioma castellano, el idioma del Quijote:

"Es el adiós a las artes y letras transgresoras que desafíen la inteligencia y los prejuicios humanos. La cultura occidental ha cedido a lo «woke» desde sus más altas instancias de poder e influencia, y cualquier cosas ha de verse desde la perspectiva étnica o sexual. Los creadores, como denunciaba Finkielkraut, se han convertido en predicadores que lanzan su verdad desde la atalaya de una superioridad moral que no puede ser rebatida. Así lo denuncia también Mamet, con muchísima ironía y gran erudición. De esta manera, se burla de los eufemismos; o dice que el concurso de Miss Estados Unidos «es, en esencia, una reedición de las subastas de esclavos»; o explica por qué para él «la histeria nacional a propósito de la palabra nigger [“negrata”] es muy instructiva». Y de este modo, sin pelos en la lengua, a pecho descubierto, alude a un sinfín de aspectos de nuestra vida actual que están mancillados por la ignorancia y el cáncer de lo políticamente correcto, haciéndolo como debería siempre llevar a término un verdadero intelectual que albergue un mínimo sentido crítico: con libertad, valentía y honestidad. Sin amilanarse".