jueves, 25 de agosto de 2022

Lucy Oporto: "El concepto estallido social no me parece apropiado porque no fue un movimiento espontáneo".

Lucy Oporto, desvelando velos, desmontando mitos sobre el mal llamado "estallido":

"Sigo sosteniendo que la filosofía existe para inteligir la realidad y que tiene muchas dimensiones (…) lo propio de la filosofía es lograr conceptos para explicar la realidad (…) en ese sentido, el concepto estallido social no me parece apropiado, porque no fue un movimiento espontáneo. Además, ningún movimiento de este tipo lo puede ser (…) esta idea de que espontáneamente la gente tan abusada como se presentó ahí, yo no lo podía creer. Yo venía observando por décadas la descomposición moral de vastos sectores de la población (…) de pronto todos eran de izquierda, todos eran conscientes de lo oprimido que estaban y por eso yo me preguntaba 'de pronto todos se volvieron buenos', y hasta hoy no les creo (…) el término correcto para lo que ocurrió el 18 de octubre de 2019 y semanas posteriores es "asonada" (…) el término significa reunión tumultuosa, por lo general con fines políticos (…) ahora yo mantengo mi otra hipótesis que apareció después, que esto fue una operación. Lo que yo me imagino que pudo pasar, es una hipótesis. Alguien observó esto detenidamente, mucho tiempo, durante años, gente que no era tonta, y como la descomposición que había ya era grande, en un momento decide dar su gran golpe que fue la quema del Metro de Santiago (…) Eso no pudo haber sido por adolescentes inexpertos. Imposible (…) Esos seres están detrás de esto. ¿Quienes? No tengo idea. Si es interno o externo tampoco sé, pero es lo único que queda, lo único que permanece"

Todos los ojos del mundo puestos en Chile, ¿Quién vigilará a los vigilantes?

“Todos los ojos del mundo y las esperanzas puestas en Chile”, mencionó el actor Mark Ruffalo. “El pueblo de Chile está brindando una hoja de ruta para el resto del mundo”, había twitteado previamente, la activista política Rania Batrice. Estas frases parecerán simples muestras de apoyo al plebiscito de salida, pero conviene leer entre líneas con la mirada al estilo de la película They Live: develar el velo, revelar lo connotado. Los ojos del mundo puestos en el país tienen una fuerte carga simbólica y conspirativa, sobre todo y considerando el significado político de los ojos cegados durante la asonada del "Octubre rojo" chileno. Podría evocar perfectamente una visión orwelliana, un “ojo que todo lo ve” en la línea del Delta luminoso, el Ojo panóptico o el Ojo de Ra. El imaginario ocular relativo a todo el proceso de insurrección vivido desde el 18/10 hasta la actualidad está muy patente, y puede que esa señal remita, para los entusiastas, en un “despertar de la consciencia”, en una “nueva mirada para un nuevo Chile”; o, por el contrario, para los escépticos, en una reestructuración completa del sistema (un “Reset”) hacia un estado de control e hipervigilancia global que tendría, nuevamente, su centro de experimentación en nuestra patria. Se juega algo decisivo el 4 de septiembre. Todo es incertidumbre y expectativa. Y no deja de ser significativo que alguien, desde afuera, nos esté mirando, porque esa visión decidirá, de una u otra forma, el destino de nuestras latitudes, de aquí al futuro. “Alguien” nos está observando. “Ese alguien” es un alguien que nos espía, y la pregunta que permanece sin respuesta sigue siendo la locución latina del poeta Juvenal: "Quis custodiet ipsos custodes", ¿Quién vigilará a los vigilantes?