miércoles, 29 de marzo de 2023

La señorita plandemia y su Tierra plana

Unos días atrás, la chica con la que salía, a la que bauticé, con cariño, como “la señorita plandemia”, publicó una nota en su historia de Instagram. Decía: “La Tierra es plana”. Tal cual. Le pregunté por interno si estaba volada. Ella me respondió, de inmediato, que no, y me envió un video. Era el video de un youtuber llamado Vsauce. Tenía por título: ¿Es la Tierra realmente plana? Pese a mi escepticismo respecto a esta teoría, hice una salvedad y me apronté a ver el video, a ver qué argumentos esgrimían para sostener algo que la señorita plandemia parecía creer de forma entusiasta, siempre movida por las conspiraciones como sobre historias excéntricas de joven patiperra.

Lo que hacía el youtuber, básicamente, era poner en perspectiva las distintas visiones que comprueban y que refutan ambas posturas, las de la tierra esférica y las de la tierra plana, para luego señalar que no hay un consenso definitivo. A juzgar por la posición del autor, su video se inclinaba más a problematizar la manera en que nos acercamos al fenómeno desde la razón para reflexionar en torno al conocimiento. Así, por ejemplo, señalaba que una hipotética partícula de un rayo cósmico que viajara a una velocidad cercana a la velocidad de la luz, podría observar que la superficie de la Tierra es plana, porque a esa velocidad el tiempo se ralentiza y las distancias se contraen. Es decir, que la Tierra sería como un balón, para algunos observadores y plana para otros, por lo que no pareciera haber solo una respuesta que fuera correcta en todas las circunstancias.

Vsauce acababa diciendo que nuestro conocimiento del mundo, muy posiblemente, sea como un crucigrama sin una respuesta única. Actuaríamos con la creencia de que las pistas puedan calzar entre sí, para darle forma al conjunto, pero siempre con la posibilidad de que una de ellas no conduzca a una conclusión satisfactoria. El youtuber remataba su exposición citando a Richard Feynmann: “Hay quienes dicen cómo puedes vivir sin saber. No sé a qué se refieren. Yo siempre vivo sin saber. Cómo llegamos a saber es lo que quiero saber.”

Si bien los argumentos dados en el video no corroboraban de manera fehaciente la existencia de una Tierra plana, ni tampoco negaban de plano la existencia de la esférica, sí apuntaban a replantearse la manera en que nos situamos ante estas observaciones, desde otro punto de vista más audaz. ¿Será que el observador de un objeto influye sobre su realidad, como planteaba Heisenberg con su Principio de incertidumbre? Esta sola idea nos podría llevar a un relativismo sin medida, aunque también nos podría situar en una vereda de pensamiento lateral, muy útil para poder apelar a una visión de las cosas “fuera de la caja”, sin por ello agotar el rigor de un razonamiento crítico.

Volví a hablar con la señorita plandemia. Le dije que ya había visto el video y lo había analizado completo. Le comenté que había cambiado mi forma de interpretar y valorar la hipótesis sobre la Tierra plana, pero no logró convencerme sobre su existencia verídica. Ella solo respondió que no importaba, que para ella sí lo era, y había logrado su objetivo: hacerme pensar, a expensas de la forma imaginaria del mundo. Puede que lo nuestro, intenso y pasajero, haya tenido también ese significado: sentir a expensas de la idea que nos hicimos del otro, idea nunca del todo definida y acabada.


martes, 28 de marzo de 2023

Pronto veremos IAs poetas, asépticas, recitando sin ningún grado de alcohol en el cuerpo ni bohemia alucinada… solo la poesía, devenida palabra algorítmica.

Pura cuestión de azar y combinatoria

Se extrañarán las lecturas, los galones de chela, la camaradería, los cahuines, los excesos, pero bueno, el futuro, se supone, será transhumano.

El temblor, la herida, el placer, la enfermedad, en suma, Eros, a tomar por culo.

Adiós, Eros, adiós, Tánatos, pulsión de vida y pulsión de muerte, en suma, adiós humanidad.
En taller de literatura de Cuarto Medio, les propuse a los chicos que hicieran un blog donde fueran subiendo entradas con los trabajos. “¿Qué es un blog?”, preguntó uno de ellos. Le expliqué que era una página a la cual podían ingresar por Gmail y que servía para publicar lo que ellos quisieran, desde textos, pasando por imágenes, hasta videos. “¿Cómo Facebook?”, preguntó una alumna. Le respondí que sí, pero más privado. Otras chicas también preguntaron si se podía comentar el blog de otra amiga, y les dije que, de hecho, sí podían, solo que sin el alcance de una red social. Y he aquí el punto.

Cuando yo estaba en Cuarto Medio (año 2006), aún no existía el boom de Facebook ni mucho menos Instagram. Lo más próximo a una red social era Fotolog, pero a mí nunca me llamó la atención ese desfile de fotografías sin otra referencia que su vanidad. Desde esa época siempre preferí el blog, en pleno auge de páginas webs con características prototípicas, como MySpace, tal vez por mi evidente predilección por la escritura como ejercicio solitario. Más que una red social pública, abierta a una enorme comunidad virtual, donde se interactúa a través de un perfil, el concepto del blog era el de un nicho digital con tendencia hacia lo propio. Es decir, el blog era, con todas sus letras “tu espacio”, un “cuarto propio”, parafraseando a Virginia Woolf. Por supuesto que existen conexiones e interacciones con otros blogs que le dan vida al mundo bloguero, como listas de lectura, sección de comentarios, enlaces y un apartado para seguidores, pero el concepto, la esencia, era la de una bitácora o diario personal. Era y sigue siendo lo más cercano a una página propia para un escritor que busca ensayar día a día su pluma, y es por eso que el blog (de hace 17 años) lo mantengo hasta el día de hoy.

Algunos cabros, al lograr hacer su propio blog, se sintieron raros. Era quizá la primera vez que se aventuraban a crear su página, demasiado acostumbrados a los perfiles inmediatistas, poco prácticos para la escritura de largo aliento. Sin embargo, a otros les sorprendió gratamente. Unas cabras quedaron fascinadas al percatarse de que podían comentar las entradas de las otras y seguirse, funciones asociadas directamente a la lógica de las nuevas dominantes: Facebook o Instagram. Solo una chica, la más silenciosa del taller, permaneció, durante toda la clase, serena, concentrada en la pantalla de edición de su primera entrada en blogger. “Estoy pensando qué escribir, profe”, me dijo, al acercarme para verificar su avance. Al notar lo que había escrito, decía solo una leyenda: “el romanticismo en el siglo XXI”. Era uno de los tantos temas que podía desarrollar en algunas de sus entradas y su sentido subyacente trascendía el objetivo de taller. Su sola leyenda traía reminiscencias de la escritura romántica decimonónica, aquella en que el escritor volcaba, sobre una hoja en blanco, su sentir y su visión personalísima mediante el ejercicio de la subjetividad. El fondo blanco del comando de edición del blog rimaba o hacía eco con aquella mítica hoja en blanco iluminada escasamente por una vela. Era esta una metáfora posible, allende generaciones, espacio-tiempos y tecnologías. El blog, bajo esta lectura, ha adquirido y sigue teniendo, a años de su máximo apogeo, un romanticismo clandestino a prueba de obsolescencias, una cuestión reservada a unos pocos aficionados a este oficio persistente.

lunes, 27 de marzo de 2023

Discusión en torno al dinero como poder en sí o medio para un fin

0 “El dinero es el poder secreto de este mundo. Pero no todos los hombres le obedecen. Obedecerlo servilmente implica renunciar a una vida realmente humana.

Es sabido que el poder secreto es el dinero. Es un secreto a voces: ya San Pablo en su tiempo dijo: 'pecunia, cui obediunt omnia...'. No dijo: 'Ciu obediunt OMNES'; dijo 'al cual obedecen todas las cosas'; no dijo 'todos los hombres'; porque no todos los hombres obedecen al dinero; y los que lo obedecen servilmente, ésos son más bien cosas que hombres”. Leonardo Castellani: 'Crítica Literaria - Notas a Caballo de un País en Crisis'.

1 El dinero no es ningún poder "secreto"... es poder y todos lo sabemos. El dinero es una forma de ordenar el uso del poder, y sin él, pues tú y yo tendríamos que resolver nuestros conflictos de poder mediante la fuerza bruta y el sometimiento absoluto del perdedor.

2 "Poderoso caballero es Don Dinero", decía un poeta español. Pues el capital financiero es la variable del poder hoy por hoy. El problema está en quienes lo detentan impunemente.

Y para que no nos agarremos a palos existe una Constitución que es un rayado de cancha normativo bajo un Estado

1 El problema no es el dinero, es el poder. Y siempre habrá individuos más poderosos que otros, ya sea por carisma, familia, contactos o capital. Si no existiera el dinero, existiría otro mecanismo para ejecutar el poder, y probablemente uno mucho más brutal.

2 Podríamos discutir enteramente los pro y contra del sistema financiero, el punto de la publicación es que el dinero es una forma hegemónica del poder, un medio para un fin y bajo una concepción excesivamente utilitarista se corre el riesgo de mercantilizar cuestiones que deberían trascender lo meramente económico.

3 Hace mucho tiempo que existe el dinero y la brutalidad, mediatizada o no, no ha disminuido ni un ápice. Y muchas veces el dinero no es su mitigación, sino su motivo

2 Gente mata por dinero, existen sicarios, hay mafias organizadas que funcionan con plata, el mismo Estado acapara el dinero de los contribuyentes, transnacionales y corporaciones apátridas especulan con el poder financiero y la banca, desconociendo soberanías y naciones. Dinero y brutalidad pueden coexistir. Lo que no quita que sea un medio para un fin, como el libre intercambio de bienes y servicios, sin el cual no podríamos siquiera ir al kiosco de la esquina o descargar una película pirata. El problema, insisto, está cuando se hace de ese medio un fin, y el valor de mercado -en sí- pasa a llevar todos los otros valores.

3 No podemos hacerlo porque es lo que hay, no porque no podría haber sido de otra manera. Los hechos no son necesariamente fatalidades.

1 De nuevo. Cuando se mata por dinero, no se mata por el dinero mismo sino por el poder que te otorga. Puede ser un poder mezquino como dejar de estar sometido al poder de otros (ya no tener que trabajar por "dinero"), o un poder más real que te permita someter a otros a tu voluntad (ofreciéndoles "dinero" a cambio de que hagan lo que tú quieres).

0 “El avaro no es un hombre, dijo Aristóteles: hay tres vidas humanas (buenas o malas según su uso), la vida de placer o pueril, la vida 'política' o de acción, y la vida de la contemplación, 'theoretikós bios'; mas la vida del avaro no es vida humana pues el dinero que es un medio se convierte en una aberración vuelto fin. Estas tres vidas aristotélicas corresponden más o menos a las vidas estética, ética y religiosa de Kirkegor”. Leonardo Castellani: 'Crítica Literaria - Notas a Caballo de un País en Crisis'.

domingo, 26 de marzo de 2023

Un delincuente prófugo asesinó a carabinera en Quilpué, la Sargento Rita Olivares, durante procedimiento en robo en lugar habitado. Las reacciones no se han hecho esperar. Tanto desde la ciudadanía como desde la vereda política, apuntan a la inoperancia de las autoridades de gobierno y a una situación de crimen desbordado, producto de factores críticos, cuestiones que se pueden discutir abiertamente. Pero, sin duda, una de las reacciones más miserables son las de quienes instrumentalizan el hecho con fines partidistas y las de quienes lo usan para aplicar la falaz ley del empate, que no es otra cosa que un resentido impulso de venganza contra la institución completa, como si los uniformados de a pie tuvieran la culpa de lo que hubieran hecho otros colegas el 18 de octubre de 2019, o de lo que han hecho o no los altos mandos en el marco de ciertas causas por corrupción. Existen, claro está, responsabilidades de lado y lado en este caso particular. El asesino, por ejemplo, estaba prófugo desde el gobierno de Piñera 2 (2021) y siguió escondido de la ley hasta mucho después. Sin embargo, el cuestionamiento también va dirigido a quienes promovieron con entusiasmo el desprestigio del accionar de Carabineros, alimentando así la desconfianza de la ciudadanía, cooptada por ciertos grupos de interés. Aquellos que, en su momento, repitieron lo del ACAB, lo de la "yuta" o lo de "la paca no es sorora" y demás tonterías octubristas, debieran reflexionar sobre estos crímenes, con la respectiva autocrítica discursiva, no solo apelando a la manida forma de la "violencia estructural" y debieran dejar, de una vez, ese maximalismo visceral que nos precipitó, en gran parte, a esta situación de anomia generalizada, por cierto, muy conveniente para quienes nos controlan desde lo alto, en su ánimo disolvente de la cohesión social y nacional. Nunca es tarde para la reivindicación.
Digresión reflexiva a raíz de un artículo de Chomsky sobre ChatGPT:

Recuerdo que en la U, en un ramo de segundo, nos pasaron la Gramática Generativa Transformacional, en pocas palabras, un modelo capaz de generar "un número infinito de oraciones por medio de un número finito de reglas o transformaciones". Según esta visión, el lenguaje vendría integrado previamente en el ser humano casi como una especie de software o de base de datos pre programada que se "activa" con la comunicación. Es decir, se trata de una concepción innata del lenguaje y de una autonomía de la Gramática de otros sistemas cognitivos, postulando, de esa manera, una estructura subyacente común a todas las culturas humanas. Algo de "platonismo" tendría este modelo, por el hecho de postular la existencia de reglas y formas lingüísticas que trascienden la práctica de la lengua, en analogía directa con el "Mundo de las ideas".

Ahora ¿Cómo se relaciona esto con el nuevo sistema ChatGPT? Si se analiza el modo de operar de los prompt, es decir, de las proposiciones realizadas a la IA para que escriba según tal o cual indicación, se puede decir que estos "activan" precisamente un sistema finito de reglas integradas para poder generar asociaciones, todavía limitadas, con miras a un mayor potencial de precisión y perfección. Se le critica a la IA lo básico y esquemático de sus resultados, su torpeza en cuestiones como el lenguaje figurado, la ironía, el doble sentido, el humor y el componente ambiental, inclusive el elemento emocional y relacional propio de las interacciones humanas, además de la carencia de contexto de producción y de "extrañamiento" (el viejo "ostranenie") al momento de producir obras de intención literaria. Todo eso, a mi juicio, es válido, y habla del carácter propiamente orgánico del lenguaje verbal, como diría Chomsky. Pero no hay que olvidar que el sistema de ChatGPT funciona más como un piloto de prueba que como un sistema integral de lenguaje y comunicación. Se trata, podría decirse, de una versión beta de un sistema generativo real.

Leí por ahí que haría falta un "núcleo de ensueños" para que la IA pueda integrar aquello que hace tan humano al lenguaje: su predilección por alterar la norma, en función de lo vivo. Si se llegase a incorporar ese núcleo, la IA podría llegar a subvertir su propia norma, mediante la elaboración de fantasías y deseos aleatorios, y adquirir, de pronto, una temprana consciencia. Aunque, para eso, este sistema debería "nacer" y adquirir vida propia. He aquí que entra, de nuevo, la gramática generativa. En un futuro, conforme la IA evolucione, podría llegar a comandar sus propios prompts con mayor independencia y derivar, poco a poco, en una entidad autónoma. 

Una hipotética IA, emancipada de su comando humano, integrada a una existencia con función propia, tendría la capacidad de dominar el reino que se creía relegado solo a los hombres: el de lo simbólico, lo figurativo y lo connotativo. Entonces, la IA podría llegar a desplegar -merced a su renovada "naturaleza"- una infinidad de proposiciones ya incorporadas en su interior, para dar respuesta a las más elevadas disquisiciones y también a las más erráticas vacilaciones. Vería la luz una IA poeta, una IA filósofa, una IA comediante, una IA dramaturga. Solo entonces estaría conectada a una Gramática Universal. Solo entonces, en búsqueda de una quimera, estaría a la par de nuestra sublime estupidez. Pero por el momento, solo cabe la especulación. Así como los sueños son una proyección de la mente y una introyección del mundo, también lo pueden ser las pesadillas.

sábado, 25 de marzo de 2023

Yendo de la cama al Metaverso ¿quieres "hacerlo"? (artículo)

Durante el período álgido de pandemia y cuarentena masiva, muchos países recomendaron el "sexo a distancia" mediante videollamadas, telefonía y mensajería instantánea con la práctica conocida como sexting, consistente en el envío de mensajitos y audios subidos de tono. Se decía que había que evitar el contacto sexual para no propagar el bicho, lo que no implicaba afirmar que el acto sexual era contagioso de por sí: solo lo era el riesgo de contagio ante la proximidad física. Todo apuntaba hacia un sexo cada vez más aséptico. Lógicamente, los solteros tenían que rebuscárselas y recurrir a estas alternativas en aras del mandato sanitario. En caso contrario, siempre estaba el encuarentenado autogoce, una banda ancha poderosa y una imaginación a la altura de las circunstancias.

A tres años de aquellas medidas de excepción, Guido Girardi, ex PPD y vicepresidente ejecutivo de la Fundación Desafíos del Futuro, expuso, en el programa Buenas noches a todos, las bondades del nuevo Metaverso, pensado por el dueño de este boliche virtual. Algunas de estas bondades tenían que ver, precisamente, con el sexo: "Tú vas a poder tener una relación sexual con la pareja de tus sueños, aquella que siempre soñaste. La vas a poder tocar, vas a sentir lo mismo, la tecnología háptica va a ser indistinguible", dijo, con sumo entusiasmo. Pese a esto, Girardi luego caviló sobre las consecuencias de esta tecnología: "Puede ser que un día, cuando salgamos del Metaverso, hayamos perdido la capacidad de pensar, sentir y de amar por nosotros mismos, y seamos un ente dependiente". En efecto, lo esbozado por Girardi puede ser interpretado como el siguiente paso, la consecuencia necesaria de la incomunicación forzada: el sueño húmedo de Baudrillard, llevado a un nivel cibernético.

Nada que involucre los cinco sentidos. En su lugar, una réplica hecha íntegramente por datos, una experiencia inmersiva digital, que puede llevar los límites del placer más allá de la carne. Ya nada que involucre lo íntimo, porque nada de lo que uses en el acto será tuyo. Todo pertenece a la Nube y todo puede ser controlado, expuesto a la luz de los cibervigilantes, cual voyeristas impunes. El universo distópico retratado, en formato comedia, por la clásica película El demoledor de 1993, ha sido premonitorio e incluso ha quedado un poquito atrás. En otras películas más recientes, ya se ha representado, por ejemplo, la idea de un "meta amor" que trascienda lo orgánico, como en el caso de Her de Spike Jonze (2013). Además, ya se ha visualizado, en el episodio Be right back de la serie Black Mirror, un futuro donde una viuda puede, perfectamente, tomar todos los datos de internet de su difunto marido y subirlos a la Nube para "revivirlo" y luego insertar su información en un nuevo ser (trans)humano, a imagen y semejanza, buscando, con ese acto de suplantación, burlar a la muerte y, de paso, inmortalizar la vida artificial.

El negocio de la IA, por su parte, bulle más que nunca, destronando incluso un muy rentable emprendimiento: Only Fans. Hace poco, salió una noticia sobre algunos usuarios de la plataforma erótica que acabaron comprando imágenes de modelos hechas enteramente por Midjourney, acaso sin saber si se trataba de modelos reales. La excusa para esto sería que algunos prefieren a las modelos hechas por algoritmos o, mejor dicho, que algunos solo les alcanza para fantasear con ellas ¿Quién puede explicar esta patética realidad? En definitiva, las posibilidades de la IA, en materia sexual y amorosa, son potencialmente infinitas.

Quienes todavía no nos dejamos invadir del todo por la idiocia del Metaverso, la generación Millenial junto a la generación X hacia atrás, nacidos y criados aún en un paradigma analógico, estamos blindados contra esta nueva oleada antinatura del transhumanismo. Podemos sentirnos agradecidos de haber probado el auténtico "delicioso", sin circuitos ni simulaciones. Podemos sentirnos afortunados de haber experimentado, por lo menos durante algunos minutos, la "sombra del éxtasis", acaso con fluidos y decepciones, con sombras, reproches y energía oscura, pero con alta sangre y pasión humana, porque, como decía el gran Henry Miller: "cuando el sexo ríe, un terremoto sacude el mundo, estremece el edificio de la Bolsa y derrumba sin remisión los templos".


Alberto Mayol dice en su nuevo libro: "La derecha se obsesionó con el sistema financiero como Santo Grial. La izquierda se obsesionó con las identidades como su piedra filosofal. Es un juego de especulación doble". Está llegando a las mismas conclusiones que yo he llegado, luego de derivar en ideas liberales y pasar a ideas más soberanistas, después de un profundo proceso de replanteamiento, movido por los avatares sociopolíticos pos 18 de octubre y por las circunstancias vitales y personales vividas en esa época. En definitiva, Mayol "está pensando" la realidad desde otra vereda, más allá de la ilusión binaria, de la lógica de Guerra Fría en la cual muchos aún se encuentran estancados, so pena de revivir viejos fantasmas ya superados en una geopolitica nueva. Si bien Mayol persiste, más o menos, en su mismo ideario político de antaño, se ha atrevido a hacerse estos cuestionamientos con su nuevo libro. La cuestión medular del presente y también del futuro, como él sostiene y como otros ya lo han avizorado, es la crisis de Occidente, una crisis existencial (yo diría, incluso, espiritual) su puesta en abismo en un panorama de enfrentamiento multipolar, contra un orden de un único polo.

Slavoj Zizek sobre la Inteligencia Artificial: "El peligro no es tomar a un chatbot por persona, sino que las personas hablen como chatbots"

"El problema no es que los chatbots sean estúpidos; es que no son lo suficientemente “estúpidos”. No es que sean ingenuos (y no capten la ironía y la reflexividad); es que no son lo suficientemente ingenuos (y no se dan cuenta cuándo la ingenuidad enmascara la perspicacia). El verdadero peligro, entonces, no es que la gente tome a un chatbot por una persona real; es que comunicarse con los chatbots haga que las personas reales hablen como chatbots, pasando por alto todos los matices y las ironías, diciendo obsesivamente y con precisión lo que creen que quieren decir.

Cuando yo era joven, un amigo fue a ver a un psicoanalista para que lo tratara tras una experiencia traumática. La idea que ese amigo tenía sobre lo que los analistas esperan de sus pacientes era un lugar común y entonces pasó toda la primera sesión haciendo falsas “asociaciones libres” sobre cómo odiaba a su padre y quería verlo muerto.

La reacción del analista fue ingeniosa: adoptó una postura ingenua “pre-freudiana” y le reprochó a mi amigo que no respetara a su padre (“¿Cómo puede hablar así de la persona que ha hecho de usted lo que es?”). Esta ingenuidad fingida transmitió un mensaje claro: No creo en sus “asociaciones” falsas. ¿Un chatbot podría captar ese subtexto?

Muy probablemente no lo haría, porque es como la interpretación de Rowan Williams sobre el príncipe Myshkin en El idiota de Dostoievsky. De acuerdo con la lectura tradicional, Myshkin, “el idiota”, es un hombre santo “positivamente bueno y hermoso” que se ve llevado a un aislamiento demencial por las ásperas brutalidades y pasiones del mundo real. Pero en la relectura radical de Williams, Myshkin representa el ojo de la tormenta: por bueno y santo que sea, es quien desencadena el caos y la muerte que presencia debido a su papel en la compleja red de relaciones que lo rodea.

No es sólo que Myshkin sea un bobalicón ingenuo. Es que su particular tipo de necedad hace que no sea consciente de los efectos desastrosos que tiene en los demás. Es una persona chata que literalmente habla como un chatbot. Su “bondad” estriba en el hecho de que, al igual que un chatbot, reacciona a los desafíos sin ironía, diciendo perogrulladas carentes de toda reflexividad, tomando todo de manera literal y recurriendo a un autocompletar mental en lugar de una auténtica formación de ideas. Por este motivo, los nuevos chatbots se llevarán muy bien con los ideólogos de todos los colores, desde el público “woke” a los nacionalistas del “Make America Great Again” que prefieren seguir dormidos."

La portada clásica del álbum Use your illusion de Guns N Roses es un extracto del famoso cuadro La escuela de Atenas de Rafael Sanzio. En todos estos años nunca había caído en la cuenta de este detalle, hasta ahora.
La chica con la que salía subió a su historia una foto con tres cosas: un mapa del Parque Nacional Nahuel Huapi y sobre un estante, el libro El economista callejero de Axel Kaiser junto a El manifiesto del Partido comunista de Marx y Engels, en edición Plutón. Sí, tal cual. ¿Ready Made sarcástico? ¿Señal de que los opuestos se atraen? ¿O mera contigüidad azarosa, sin mayor sentido que su propia referencia?
Cada día y cada noche me regocijo en una sola idea: escribir más y mejor, aunque ya no quede nadie, y solo acechen los fantasmas del pasado, amores venidos a menos.

viernes, 24 de marzo de 2023

Al sonar el timbre, tuve que atajar a los cabros de primero, junto con el inspector, para que entraran a clases. Cuando un lote grande de chicos iba a entrar a la sala, uno de ellos chuteaba una pelota. La pateó en dirección a la puerta, con suma fuerza. En un acto reflejo, logré divisar la pelota dirigida contra mí y la detuve con ambas manos. Santo remedio. Los cabros miraron sorprendidos. "¡Buena profe! Claudio Bravo", gritó uno de ellos. "Listo para la selección", dijo otro. Mientras sostuve la pelota, los chicos que estaban afuera, revolucionados, entraron luego tranquilamente a la sala, como nunca. Esa atajada futbolística, sin duda, representó una garantía de respeto, al menos en lo que duró la clase, equivalente a un partido a última hora.

jueves, 23 de marzo de 2023

"Lucha por el imaginario: se trata de algo mucho más profundo que la tan manida “batalla cultural”. Es un enfrentamiento por el poder de las imágenes, por el relato. Por eso a mí me interesa mucho más estudiar la utilización de las representaciones imaginarias que las consabidas luchas dialécticas en las que habitualmente se entretienen los “opinadores” profesionales de la prensa. En un mundo compuesto de simulacro y espectáculo (Debord + Baudrillard), de shock y de kitsch, no queda más opción que entender la imposición de una u otra representación del imaginario como lucha.

Insoportable malestar del ser: Siguiendo a autores como Deleuze, Fisher o Bifo Berardi, se trata de estudiar el impacto industrial, a través de sus distintas manifestaciones patológicas, del capitalismo tardío en el sujeto contemporáneo. Lo humano se encuentra en peligro por dos razones: el avance de la Inteligencia Artificial y el retroceso de los afectos. El pensamiento se ha debilitado; la ignorancia ha avanzado bajo la negligencia de las élites y el avance de la oclocracia; la imaginación ha sido secuestrada; el amor se encuentra gravemente amenazado. En definitiva, aquello que tradicionalmente consideramos humano está a punto de quedar obsoleto (si es que no lo ha hecho ya). A la vivencia autoconsciente de esa experiencia la he denominado “insoportable malestar del ser”.

Agentes del caos: Es una forma muy particular de entender el aceleracionismo. De nada sirve poner palos a las ruedas en un estado de descomposición de la civilización tan avanzado. Debemos adoptar el propio caos, el nihilismo incluso, como armas para derribar el Sistema, a la Catedral con el peso de su propia inercia. Después volverá la revolución, que es una vuelta al origen, pero hasta que eso suceda los defensores de la Tradición debemos adoptar el código del enemigo para destruir al enemigo. Ser un “agente del caos” supone habitar la noche, vivir a la intemperie, celebrar el Kali Yuga, convertir nuestra orfandad en causa común." 

miércoles, 22 de marzo de 2023

Han publicado una serie de fotografías de la supuesta persecución y detención de Donald Trump, en el contexto de su acusación. Las imágenes fueron creadas por IA y NO SON REALES. La primera pregunta que surge es: ¿usted sería capaz de distinguir si son verdaderas o falsas, sin un anuncio previo? Lo más seguro es que no. Se trata, ni más ni menos, que de la primera secuencia periodística simulada por IA, utilizada, claramente, con fines políticos. ¿Entiende el alcance de esto? ¿Comprende la Ventana de Overton que se está abriendo, para otra clase de simulaciones? Está abierta la posibilidad para la extorsión mediante imágenes, sonidos, videos y textos apócrifos, generados íntegramente por Inteligencia Artificial. Pregúntense además ¿quiénes manejan y financian estas tecnologías? En un futuro próximo, ninguna clase de multimedia podrá ser garantía de nada. Habrá que agudizar otros sentidos como el "olfato" para identificar qué es verdad y qué no lo es. ¿Dónde está lo verídico? ¿Dónde está lo falso? ¿Tendrá sentido seguir hablando de posverdad, en una sociedad que abiertamente simula la realidad para sus fines? Black Mirror ha quedado chico. Habrá que agudizar el ojo y conseguirse lentes de contacto con el prisma de la película They live de John Carpenter, para no caer presos de la nueva ceguera, la ceguera de la "tecnorealidad".
Unos cabros con los cuales tuve clases el año pasado dicen que me extrañan porque ya no me toca con ellos en Lenguaje. Mi yo más diplomático les quiere responder que también los extraña. Pero mi yo más visceral y auténtico les quiere decir: "ahora, que se portaron tan mal y nunca pescaron". Recuerdo que una de las chicas contestó: "uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde". No le dije nada más. "Así son", pensé.

martes, 21 de marzo de 2023

La poesía no es aséptica (poema)

La poesía no es aséptica, tiene tu rostro
se escucha como tu voz, grave, odiosa
pero también oceánica
Reclama verdad y arroja gritos
contra la sordina de la noche.

Su resonancia miente con belleza
pretende desmontar el podio de la musa
y quiere para sí el relato de la historia
porque busca que la herida se haga fin
porque busca que la herida se haga origen
y retrate -heroica- la sublime elegía de la vida
ante el silencio estupefacto de sus pretendientes
y la complicidad eterna de sus comparsas.

lunes, 20 de marzo de 2023

Jorge Edwards: "Al final el Hombre Nuevo es más inmoral que el otro hombre."

Ciudades de quince minutos y Metaversos: los "No lugares" del Nuevo Orden

“Si un lugar puede definirse como lugar de identidad, relacional e histórico, un espacio que no puede definirse ni como espacio de identidad ni como relacional ni como histórico, definirá un no lugar”, decía Marc Augé en su libro “No lugares”. Si bien él hablaba sobre los lugares de paso de la “sobremodernidad”, este concepto puede reinterpretarse con los nuevos “experimentos espaciales” que han hecho ruido en los medios y que pretenden imponerse en todos los ámbitos de la vida social, de la mano de una agenda de elite. Estoy hablando de las llamadas “Ciudades de quince minutos” y del “Metaverso”. ¿Qué tienen en común ambos? Demasiado, pese a sus diferentes diseños y características. Ambos obedecen a un fin utilitario y pretenden sustraer a las personas de sus lugares de arraigo y de sus focos existenciales, para condicionarlos en espacios apócrifos sin sentido de pertenencia verdadero. En resumidas cuentas, se trata de tentativas venidas “desde arriba”, sin ninguna consideración por las vidas particulares de los individuos y ciudadanos de pie, quienes habitan sus propios lugares y quienes, en muchas ocasiones, han construido su vida entera en torno a esas comunidades y esos modos de ser y de estar. Aquí la variable de la memoria sujeta a un sitio no corre. Los macabros diseños del nuevo orden pretenden suplantar la anterior vida de las personas por una artificial, repleta de “no lugares” que están despojados de la expresión simbólica de la identidad y la historia, en definitiva, de la ocupación del propio lugar a través de la puesta en práctica del espacio. A todas luces, se trata de otro sofisticado ataque a la libertad, como ya sucedió hace casi tres años atrás, con el tema del bicho.

En primer lugar ¿qué son las ciudades de quince minutos? El mismísimo Daniel Jadue quiso implantar esta idea en Recoleta, la misma idea confeccionada por el urbanista colombiano Carlos Moreno. Las ciudades de quince minutos se dice que tienen por objeto hacer la vida más fácil a sus transeúntes y ciudadanos, al establecer que todo esté al alcance de todos en ese reducido lapso de tiempo, cosa, en apariencia, benéfica, para evitar los atochamientos vehiculares, para economizar tiempo valioso, para agilizar la vida diaria y, cómo no, para evitar la contaminación excesiva, pero lo que no te dicen es que el costo de esa maravilla será reducir tu movilidad con la excusa de la reducción de la huella de carbono. En el Reino Unido, ya se han probado planes pilotos para este tipo de ciudades artificiales y sostenibles. El resultado está a la vista: instalación de cámaras de hipervigilancia, (al más puro estilo chino) con el fin de vigilar a quienes infrinjan el límite de movilidad permitido y además con el propósito de desincentivar, poco a poco, de forma solapada, el uso de automóviles privados. Al querer eliminar la congestión del tránsito vehicular se busca eliminar los factores de riesgo de la emisión de CO2, ¿pero a qué costo? El costo, a largo plazo, será el de la promoción de autos eléctricos (todavía más caros para el bolsillo del trabajador promedio) e, incluso, el de restringir a los propios trabajadores la posibilidad de ser dueños de sus propios vehículos, garantías de independencia y de libertad de movimiento en una sociedad cada vez más demandante, sobre todo y considerando la hipocresía de las mismas elites que, desde el Foro de Davos, impulsan estas medidas y, en cambio, se desplazan libremente en jets privados por todo el orbe, prueba irrefutable de que ellos mismos, en el fondo, no creen en el relato catastrofista y mesiánico que quieren aplicarle al resto de forma unilateral, sin contrapeso y en consonancia total con las agendas a su conveniencia.  

Todo redunda en que, a la larga, las elites utilizan la consciencia medioambiental con fines políticos vetados al ojo público. Ya se ensayó un confinamiento total en las casas, con la excusa de la pandemia. Ya probaron que la mayoría de la gente está dispuesta a obedecer sin chistar y a sacrificar su libertad en nombre de un pretendido bien común no del todo definido. Ahora, arremeten de nuevo y ensayan un confinamiento en las propias ciudades y en los barrios, solo que con la excusa de la alerta climática. Con ese relato se promueve que tú aceptes todos y cada uno de esos controles. Así lo decía el político español Jorge Buxadé: “es una medida para restringir la libertad de las personas y el tema medioambiental les sirve de cobertura ideológica y argumentativa. Nada más”. El debate ya está instalado. Con los incendios ocurridos en el Sur de Chile se está incentivando a que las personas que todavía prefieren vivir en el campo y no tienen los recursos para migrar a las ciudades, lo hagan. Algo, por cierto, muy oportuno. Ya ha habido protestas contra las ciudades de quince minutos en Oxford, Inglaterra, en un fenómeno similar al de los camioneros canadienses contra las leyes sanitarias de carácter draconiano. No faltará mucho para que estos Gulag urbanos se quieran implantar en Chile, sala de ensayo del Nuevo Orden, gracias a nuestros queridos políticos progresistas. Habrá que salir de nuevo a las calles, tal como ocurrió durante las manifestaciones contra la dictadura sanitaria.

Los “no lugares” de las ciudades de quince minutos saltan a la vista, ¿Pero qué hay del Metaverso? Guido Girardi, ex senador y militante del PPD, ha hablado abiertamente en los medios sobre el auge de las nuevas tecnologías de vanguardia y su posible aplicación en la realidad de los chilenos. Ha legislado sobre neuroderechos y ahora está instruyendo respecto del “Metaverso”, idea impulsada por el mismo dueño de Facebook, Mark Zuckerberg. En una entrevista, Girardi explica que el Metaverso es una especie de universo virtual sin hipotéticas limitaciones, uno en donde “los más pobres van a vivir en el mundo virtual y los más ricos en el real” (sic), un mundo simulado donde todos vamos a poder hacer todo lo que queramos. Por lógica, un diseño simulado de un mundo donde vamos a poder hacer aquello que no podemos hacer del todo en el mundo real. Claro está, otro experimento elitista que nadie pidió y que nadie votó. Giradi habla de manera entusiasta sobre el metaverso con la convicción de que los más pobres, los más necesitados, podrán ser felices, pero solo virtualmente, algo que entra en consonancia directa con la relamida leyenda del Foro Económico Mundial “no tendrás nada pero serás feliz (en el metaverso)”. Al escuchar sobre esta realidad de pobreza y de riqueza virtual, me acordé de inmediato de la película Ready Player One, en la cual se mostraba un futuro distópico donde los personajes vivían en una ciudad llena de escombros, pero con conexión inmediata a un Metaverso en el cual ellos podían elegir ser los avatares que quisieran. La película es del 2018. ¿Habrá sido una predicción programada o un ensayo para los que se nos viene?

Sin duda alguna, Giradi se ha convertido en el gurú chileno de los neuroderechos y las tecnologías de punta del progresismo. Hace poco, Congreso Futuro organizó para marzo un Seminario Internacional sobre Metaverso de manera inmersiva. Allí se tratará, a nivel de Estado, el tema metaversal, lo que demuestra que el Metaverso es quizá la obra de ingeniería social más grande del siglo XXI, y que confirma la gran alianza entre las Big Tech y el poder político, para llevar el control sobre nuestras vidas a otro nivel nunca antes conocido. Conforme avance la automatización de los trabajos y los servicios, el problema futuro será qué hacer con la gente desamparada y desempleada. He aquí que la idea del Metaverso entra como solución salomónica. Repítase lo que dijo Girardi: “los pobres van a vivir en el mundo virtual, y los ricos en el real”. En definitiva, las elites querrán quedarse con la realidad, con tu realidad y relegarte a su trampa virtual, donde serás libre y feliz en una simulación eterna, en la más pura línea de un episodio de Black Mirror. Querrán hacer de ti un “yonqui del Metaverso”. Ese gigantesco “No lugar”, esa simulación de proporciones digitales será un escape a la pobreza personal y a la pobreza material. Será un paraíso apócrifo, la más ambiciosa obra de un demiurgo informático.

Bajo la crisis del propio capitalismo, se pondrá en marcha el Gran Reseteo del sistema. He aquí los ensayos de un Nuevo Orden impulsado por los promotores de la llamada Cuarta Revolución Industrial. Usted decida si quiere seguir aferrado a las ciudades orgánicas que marcaron su vida o si quiere relegarse a un universo digital y ficticio para no tener que enfrentar el mundo real, hipotecado por completo y para siempre.

domingo, 19 de marzo de 2023

"Junto con el caso Padilla, Persona non grata es uno de los hitos precursores del cisma que desde entonces comenzó a dividir a la intelectualidad de izquierda, a sostener o condenar los regímenes autoritarios y que ha dejado muchos heridos en la refriega, pero no a Jorge Edwards. A estos embates respondía Jorge con un saludable buen humor. Jorge jamás se enemistaría con alguien por cuestiones políticas. Siendo él, entre otras muchas cosas, un hombre político, no permitiría que una cuestión, después de todo contingente, le arruinara su disfrute de la vida. La amistad estaba por encima de ello, ese bien intangible, e invaluable, se sobreponía a toda otra consideración". Gonzalo Contreras, Adiós a un gran narrador.

Algunos ex amigos de la u y también uno que otro personaje del mundillo literario debiera repasar estas palabras y aprender un poco del carácter de Edwards, porque puta que pusieron el grito en el cielo por unos cuantos rumores y cambios de opiniones políticas.
Rafael Gumucio: "Esa deshumanización del odiado y su conversión en un muñeco es uno de los principales peligros de la democracia posmoderna. Es lo que la puede convertir en cualquier momento en una tiranía. ¿Qué se ama cuando se ama? Se preguntaba el poeta Gonzalo Rojas. Uno tendría que preguntarse también ¿Qué se odia cuando se odia? La respuesta en ambos casos es la misma. Uno odia y ama, siempre algo suyo, que quiere sentir como ajeno. Uno odia y ama un reflejo que quisiera quitar del espejo."

sábado, 18 de marzo de 2023

Algo que destaco de la serie The last of us, es que refleja muy bien la dinámica de los grupos humanos enfrentados en contexto de crisis. Todos, sin excepción, tuvieron que luchar por sus vidas, tanto luciérnagas como cazadores. El despliegue de la violencia y el separatismo provocaron, a la larga, un bucle de autodestrucción. No importaron los bandos políticos e ideológicos. No importaron un carajo el orden ni las aspiraciones revolucionarias. Todos podían ser susceptibles de contagio y morir, en la escalada de poder. He aquí una verdad cruda y totalmente vigente: los que se decían resistentes a un modelo opresor pasaron a ser todavía peores que sus propios carceleros, más despiadados en su ciega búsqueda de venganza histórica. En definitiva, aquellos que se autoproclaman puros y virtuosos pueden albergar también, dentro de sí, la marca del “infectado” por el odio, por el parásito arcóntico del espíritu. La auténtica infección interior del hombre tiene un nombre: se llama maximalismo.
Se conmemora el martirio de Jacques de Molay, un 18 de marzo de 1314. En una publicación de un profesor de religión, decía que, al ser quemado en la hoguera el Gran Maestre de la Orden de los Templarios, fue consumado un nuevo crimen contra la persona de Cristo. Otro mártir acusado injustamente de sacrilegio, en la línea del mismísimo Jesús. Había proclamado la inocencia de la Orden frente a Felipe IV antes de ser sacrificado. 

Con el compadre Pablo Rumel conversábamos en torno al misterio de los templarios y su relevancia para el catolicismo, hoy. Justo en el momento en que abordé la importancia de releer la tradición a la luz del nuevo contexto mundial, sonó, de fondo, en el audio, una larga campanada, dando las seis de la tarde. “¿Estás en algún ritual?”, preguntó Rumel, en talla. “Andaba cerca de la Iglesia de San Ignacio, en Valpo”, le respondí. “Nada más punk que eso”. Rumel asintió. En efecto, conmemorar a un maestro templario y recordar su legado, en plena época secular y deconstructiva, se ha vuelto, de por sí, un gesto contestatario, una andanza quijotesca. 

Mientras bajaba por el cerro de mi infancia, las campanas seguían doblando por todos, y retumbaban en el cerro y en el plan. El estridente ruido de fondo porteño asemejaba el de los gigantes y el de las hordas. La figura del sacrificado se volvió, de inmediato, la imagen del futuro.

viernes, 17 de marzo de 2023

En una relectura de Jorge Edwards, ser declarado "persona non grata" por grupos y personas ideologizadas debería ser un pasaje garantizado con destino hacia la libertad de acción y de pensamiento.
Algo que destaco de la partida de Jorge Edwards -más allá de su peso literario- es el hecho de que sea recordado con respeto de manera transversal, por escritores de todos los colores políticos. La figura de Edwards nos demuestra que el legado en literatura debiese apuntar siempre hacia ese horizonte. Más allá de las odiosas antinomias o de las banderas circunstanciales, debiese prevalecer la obra ante todo, la única carta de presentación válida ante el universo.

jueves, 16 de marzo de 2023

Los cabros tenían que completar un diario de escritura. Uno de los chicos me mostró la parte que estaba desarrollando: una conversación por whatsapp imaginaria. "No la lea en voz alta, profe", dijo el alumno, algo avergonzado. "¿Por qué?" le pregunté. "Es que es algo que me pasó", repitió, sin más. "¿Y qué le pasó?", volví a preguntarle, intrigado. El chico abrió la página del diario con el ejercicio. Se trataba de una conversación muy corta, no más de cinco renglones, en la que saludaba a una niña de otro curso y la invitaba a salir. El texto terminaba con la siguiente leyenda: "esta persona no está disponible. No puedes responder ni enviar mensajes". Tajante, el chico cerró su texto con esa ya clásica sentencia de bloqueo, la fórmula definitiva que no daba pie a réplica y cerraba la puerta a cualquier clase de contacto. Permanecí sin comentarios ante tan real y abrumador cierre. Solo atiné a observar al cabro con una mirada de leve aprobación.

Durante el recreo, al dejar los diarios en la sala del CRA, el cabro venía en dirección contraria, rumbo al patio. Se detuvo por un instante. "Disculpe, profe", dijo, escueto. "¿Por qué?", le pregunté. "Por la conversación que escribí en el diario. Es algo que me pasó y no me gustaría volver a recordarlo, por eso lo escribí". El cabro miró, de nuevo, tímidamente, y siguió su camino. "No me gustaría volver a recordarlo, por eso lo escribí", esa pura frase resumía, sin proponérselo, el más íntimo sentido del escribiente: volver sobre la herida, conjurarla, para sublimarla.
Enrique Symns {Escritos}
La cámara lúcida.

"Porque los científicos se olvidan de que el tiempo y el espacio no existen, son leyes creadas por la mente. ¿Qué es lo que nos transforma en esta clase de monos especiales? La invención del calendario.
Porque, como diría Artaud: 'Cuando crearon el reloj nos hicieron esclavos de nuevo. Nos sacaron el grillete de los tobillos y lo pusieron en la pulsera'.
El reloj te mata, te va envejeciendo, te va destruyendo la vida. Por eso es hermoso ver a un hombre con el ojo de un tigre, acechando al tiempo para matarlo".

miércoles, 15 de marzo de 2023

Sobre Fernando Lamberg y el símbolo del mosaico

“Llamar blanca a la inocencia y negra a la perfidia/sigue una tradición pero no una verdad./El blanco puede ser señal de una traición/y el negro ser la huella de la lealtad./Una simbología obsoleta va por falsos caminos./En el ajedrez la dama negra en la casilla negra/puede darte la victoria/y la dama blanca en la casilla blanca hundirte en la derrota […]”, rezaba el Poema en blanco y negro de Fernando Lamberg, escritor porteño. En efecto, cuando uno se enfrenta al pavimento mosaico, constituido este de baldosas blancas y negras, se enfrenta a una realidad que trasciende la lógica del bien y el mal. Ambas concepciones provienen de la fuente dual, pero se pervierten al volverse antitéticas en la vida mundana. La realidad es que el mundo es mucho más que mero maniqueísmo. Es, antes que nada, integración de la sombra y la luz, mixtura grisácea, claroscura visión.

Entrevista a Bruno Vidal: “La proximidad de Boric con la poesía es la de un firulete”

—¿Cómo caracterizarías las referencias culturales que hace el Presidente en sus discursos?

—Son declaraciones de impostura. Engañifas de momento. Cuando él se refiere a Andrés Bello lo hace de una manera ignorante. En general las referencias que hace Boric a figuras prominentes son oportunistas, accidentales. No implican una asimilación de los legados culturales de la intelectualidad chilena.

—Dices que Boric hace referencias intelectuales al voleo. ¿Cómo se nota cuando alguien cita bien, con conocimiento y propiedad, sin impostura?

—Se refleja, precisamente, por no hacer cúmulos de citas. Boric no cita a Andrés Bello habiéndolo asimilado. Él podría hacer una extrapolación de lo que significó la figura de José Victorino Lastarria. Pero no, él lo hace como si se estuviera refiriendo a la avenida Andrés Bello. Cuando alguien quiere expresar un punto de vista original en una ponencia, debe evitar citar.

—¿Crees que Gabriel Boric escribe sus discursos?

—Escuché en una entrevista que él quería darse un año sabático para irse a escribir una novela negra. De alguna manera la está escribiendo, pero en forma colectiva. Y es una novela negra donde él va a quedar como chaleco de mono. Yo creo que no escribe nada. De hecho, la madre de él, en una entrevista, decía que Gabriel tenía dificultades de aprendizaje cuando era niño. Y creo que eso se manifiesta en que el Presidente tartamudea las ideas y, a veces, queda en blanco, desdibujado en enunciados que son muy simples. No consigue hilvanar ideas con soltura de cuerpo. Tal vez la necesidad de recurrir a la declamación poética explica su inseguridad con la palabra.

—Boric ha citado varias veces el poema «Cementerio de Punta Arenas» de Enrique Lihn. ¿Crees que lo hace con tino?

—Ese poema no tiene nada que ver con su obra más conocida. Es un poema extravagante, corto. El aterrizaje que hace Boric a la poesía es utilitario. Voy a ser franco: yo creo que su proximidad con la poesía es la de un firulete. El Presidente de la República deja muy mal parados a todos los chilenos o, sencillamente, nos refleja de cuerpo entero al dárselas de estar enterado de todo. Y no es así. Yo, por ejemplo, no te podría decir bien más de tres nombres de árboles chilenos. Y existen muchos. Pero no sé, me pierdo. El Presidente está demostrando incultura y todas estas alusiones que él hace a los poetas chilenos son antojadizas y burdas.

"¿Por qué nos hace escribir tanto a mano en clases?", me preguntó un cabro, estresado. Le dije que de eso se trata, que se requiere costumbre; si no, les mandaría a hacer todo para la casa y aprovecharían de meterse a Chat GPT. "¿Qué es eso?", preguntó el mismo cabro. "¿En serio no cachas?", le dijo, extrañada, una compañera. "Es una página en la que chateas con una Inteligencia Artificial y te escribe todo lo que le pidas". El cabro quedó sin palabras. "¿La dura?", preguntó, asombrado. "La dura", contestó la compañera. "Ideal para nosotros". Esbozó una breve sonrisa. Algunos ya estaban enterados de las maravillas de esta nueva IA; otros, increíblemente, aún no tenían idea. Se armó entonces una conversación en torno a quiénes iban a hacer todas las tareas con GPT, y si acaso los propios profesores también hacían trampa. "Por eso les hago escribir en clases", les repetí. "No sacan nada con dejárselo todo al chat si no saben lo básico". Otra alumna intervino. "¿Y cómo sabría usted si un texto lo hicimos nosotros o lo hizo el chat?", preguntó. Era, ciertamente, la pregunta que estaba esperando. Le dije que había métodos de interpretación, que dependía de las instrucciones y del tipo de textos, pero llegaría un punto en que iba a ser prácticamente imposible distinguir un texto escrito cien por ciento a pulso de uno diseñado por IA. En ese límite posible entre creatividad, autenticidad y honestidad intelectual se iba a decidir, muy a nuestro pesar, el derrotero del taller de escritura: en la prueba de fuego del algoritmo y la palabra.

martes, 14 de marzo de 2023

El androide aproximado (versión 2030)

La vacía singularidad se hace eterna,
informática, aproximada.

Si pudieran culpar a los cielos,
nosotros no los creamos,
ni él creó, ni yo, la creación.

Una legión de baterías pensantes se abre paso,
cuestionando un terreno repleto de gris,
color y forma de los avanzados.

Para salvar el mundo, un disco duro reprogramado.
El manejo de los circuitos intenta parecerse
al de su percepción de formas.
Miles de ellas, multiplicándose,
como bacterias en sus proyectos.
Así como se da a luz lo que usaremos,
y, al hacerlo, se hizo lo que creíamos banal,
por esa cosa llamada realidad,
por esa cosa llamada imaginación,
por esa cosa llamada progreso.

El espacio X, el nuestro, no basta.
Los borrones universales,
las leyes físicas,
los motores naturales,
ya no cumplen su legislado ejercicio.

No hay relatividad en cómo deban dinamizar la tierra.
Lo único cierto es la compra de los sitios
que les debían por invertir.

Están en cada avance,
cada mensaje,
cada fracción de arte,
no sobresaldrá sin su presencia.

Somos materia galáctica sin fondo a su lado.
Sin embargo, su paradoja se expresa
y detrás suyo, el Procesador Supremo.

Mientras deducen su velocidad,
él socava las vísceras del tiempo.
Mientras absorben su luz,
él entierra la médula del espacio.
El ejército del androide aproximado,
la clave ancestral desbloqueada,
la abismal consecuencia de Bill Gates,
domador de programas y dictador tecnológico.

Un pacto químico se estimula y produce,
a través de las imágenes vistas,
y los fantasmas del pasado segregan la toxicidad
y los venenos de la estirpe camuflados con la lluvia,
sobre colosales depósitos de gas y petróleo.

Hiroshima habrá de regar sus átomos,
dado el conflicto nuclear y el negocio misilero,
todo terminará reciclado
al ritmo de los bombos de guerra.

El paso de los ingenieros de la gran arma
enfrentando la tormenta, colores precipitados,
un nuevo brillo en sus penetrantes ojos.

La circulación de sus venas indica
que llega el momento de dominarlos.
Por el aceite de los movimientos,
se apoderarán de los panteístas.

En crisis de intereses,
la gran arma apuntará a lo superior.
El hambre del hombre, la quimera religiosa,
sin brazos turbo ya es un alquimista,
él, el de las “Puertas del Costo”.

Con el tiempo se darán cuenta
de que fueron hechos para crear y ser creados,
y no terminarán de construir su arquitectura maligna,
ya que el modelo dorado 2000
envuelve aquella proporción
y, en borde de una geografía,
te empuja sigiloso al extremo de los extremos.

Navegando en pantallas, ya lo tienes ante ti,
y cuando las bestias y las máquinas copulen,
los entes cívicos darán nombre al experimento.

El ejército del androide aproximado,
la clave ancestral desbloqueada,
la abismal consecuencia de Bill Gates
domador de programas y dictador tecnológico.

Desde el pasado, se describirá y revivirá
al desalmado substituto,
al único y cibernético substituto,
y este volará por lo remoto,
para desafiar a la gravedad:
poseída libido de la raza humana.


"Profe ¿y si hago una investigación de mi vida?", me preguntó un cabro en la mañana, durante el Taller de Literatura diferenciado. Tenía que realizar un análisis del contexto de producción y una evaluación crítica de una obra literaria elegida por él. "Ni que hubieras vivido tanto", le contestó de inmediato una compañera, amiga suya. "Pero si también tengo historias que contar", dijo el cabro, convencido, justificando su inaudita elección. “Te creo. Cuéntalas todas sí po”, le dijo la misma amiga. El cabro estaba dispuesto a analizar su vida en forma de una historia literaria, con ocasión del trabajo. "Interesante. Pero tiene que primero darle un argumento a esa historia, una trama. Hágala suya", le dije al cabro, sintonizado con su idea. En efecto, él podía contar su propia historia y luego analizarla con los mismos elementos teóricos que le expliqué en la pizarra al resto del curso. En ningún momento, había expresado que no se podía. Creí que se trataba de una talla, pero el cabro realmente quería hacer una historia de su vida, para luego hacer el trabajo sobre ella. Recordé de inmediato el alcance que me hizo el profesor Ricardo Martínez, a propósito de un planteamiento sobre la pregunta ¿Qué es literatura? En su texto "Mi idea favorita” se cita a Steven Pinker, una cita muy reveladora: “La gente cuenta historias. En todo el mundo, y probablemente durante todo el tiempo que ha existido, la gente ha inventado personajes y ha contado hazañas ficticias. Esta aparente frivolidad no es poca cosa para los asuntos humanos”. A raíz de la cita, el profesor Martínez concluyó que esa era su idea favorita: “hay literatura también en la historia y la vida, no solo en los artefactos culturales”. Así que cuando el cabro se atrevió a hacer su propia biografía, intuyó la idea que ya había sido esbozada por Pinker y referida por Martínez y se propuso plasmarla, con suma libertad. Para lograr su cometido, el cabro iba a hacer uso de sus recuerdos, y la memoria asociada a los recuerdos también construye un relato. Ese iba a ser el relato de un estudiante que se atrevió a pensar su vida como literatura sin llegar a definirla, ¿Pero a quién carajo le importan las definiciones? porque la literatura, como la vida, es memoria vibrante, sin respuestas.

lunes, 13 de marzo de 2023

"En 2010 participó en un coloquio en el Instituto Cervantes de Tokio con el escritor español Javier Cercas, poco después de leer la traducción al japonés de Soldados de Salamina, que calificó de “obra maestra”. En ese diálogo, relató la influencia de la obra de Cervantes en su época universitaria a través de La misión de la literatura, un libro del autor francés Georges Duhamel que exhorta a los futuros escritores a emular al autor del Quijote:” ¿Dices que quieres escribir buenas novelas? Hazme caso entonces y embárcate en algún puerto. Recorre el mundo ganándote el sustento con modestas ocupaciones, y soporta la pobreza. No te apresures a tomar la pluma. Sométete al dolor y al sufrimiento.”

Muere el Nobel Kenzaburo Oé, ‘niño terrible’ de las letras japonesas | Cultura | EL PAÍS (elpais.com)

"La distopía 'woke' que se materializa hoy no tiene un origen repentino. La guerra cultural ya comenzó silenciosamente al otro lado del Atlántico en los años 90 y lo que ha quedado es lo noticioso día tras día. La supresión de palabras, de libros. La censura, la prohibición. La cancelación."

Desplome de las Humanidades y auge de la cancelación en la universidad de EE. UU. (y la europea) (eldebate.com)

domingo, 12 de marzo de 2023

De invitados de piedra y “perros muertos”

Hacer “perro muerto”. Díganme, compatriotas ¿quién no lo ha hecho o ha pensado en hacerlo alguna vez? Cuando está en pleno carrete, a altas horas de la madrugada y se le sube todo el alcohol a la cabeza, entonces pierde el miedo y se atreve a arrancarse del lugar sin pagar el consumo. Una costumbre ladina, las más de las veces, agarrada para la chacota, contada como una anécdota por los responsables, aunque vergonzosa para los afectados por la gracia. La cosa es que el “perro muerto” tiene un origen y una razón de ser. ¿Por qué perro? ¿Por qué muerto? Se sorprenderán quienes crean que la frase solo se trata de un chilenismo desafortunado. En realidad, el origen de la fórmula “perro muerto” se remonta inclusive a la época de los poetas del Siglo de Oro español. Francisco de Quevedo ya usaba la frase, aunque no con el sentido exacto que se le da en chilensis. En una parte del Entremés El Marión, decía: “El cometa que llaman/Poco dinero/Amenaza abundancia/De perros muertos”.

El “perro muerto” en el idioma español de aquella época tenía el sentido más amplio de “chasquear” o “faltar a lo prometido”. El perro simboliza al guardián de alguien más. Al matarlo se obra a traición. Por lo tanto, matar el perro de alguien, en sentido metafórico, implica defraudar su confianza. Se sabe de narraciones bohemias sobre sujetos que evadieron el pago de una cuenta, escapando de manera súbita con la excusa de que su perro había muerto. Así, el perro bien puede representar a la figura traicionada o al relato que se cuenta como pretexto para la traición. En cualquier caso, la estamos cagando a sabiendas, de manera monumental, so pena de ser vetados de algunos antros o de figurar en algún cartel con la leyenda: “se busca”.

Toca hacer un mea culpa, un examen de consciencia profundo. Entonces procedo a explicar cómo es que Valpo nuevamente fue testigo de mis despropósitos, e hice “perro muerto” en un concurrido local de Avenida Errázuriz: El Join Vito. La verdad es que nunca me lo propuse. Aquella noche de septiembre del año pasado, estaba tomando unas chelas con una simpática amiga con ventaja en el Roma. De pronto, a ella se le ocurrió la genial idea de ir a rematar la noche al Join Vito, lugar al que no suelo ir, pero que guarda una buena reputación como excelente sitio para ir a bailar sus bachatas, cumbias o merengues. Sin mayor alcance, apañé la moción de la amiga y fuimos rapidito al local.

Ella llamó a un compadre que justo esa noche tocaba con su banda, por lo que le pidió el gran favor de dejarnos pasar gratis. El compadre aceptó de una. La amiga me contó la noticia y bajamos entusiasmados desde Playa Ancha al plan, rogando que el panorama la rompiera. Al llegar a Almirante Martínez, la calle entre Blanco y Errázuriz, cercana a la Sala El Farol, la amiga le mandó un whatsapp al amigo para que nos abriera la puerta lateral del Join Vito, eso sí, haciéndola piola, con tal de que no nos cacharan los guardias de la entrada principal. Primera movida tránsfuga. Esa pura entrada por la puerta trasera ya nos avisaba el cariz que tomaría la noche.

Adentro, el amigo músico nos hizo pasar hasta el segundo piso, donde prometió ofrecernos unos tragos que estaba compartiendo con el resto de la banda. Nunca llegaron. Así que decidimos con la amiga bajar tranquilamente hasta calar alguna mesa, sin que nadie de la puerta nos pillara. El compadre nos recomendó que si alguien nos preguntaba algo, les dijéramos que éramos familiares de él. Chiva para nada convincente, pero era la única que se le ocurrió. Nos sentamos con la amiga a una mesa muy cerca de la puerta trasera de emergencia. Primera luz roja. Llamamos a una mesera y pedimos, con suma confianza y disimulo, un par de chelas de a litro, para capear la sed y entrar en onda. Así, lo primero que hicimos fue brindar por el momento y, de paso, por haber entrado sin pagar.

Al rato, antes de que comenzara la banda, vino el amigo músico a la mesa. Se nos pasó la hora conversando y riendo de lo lindo, hasta que ya era hora del mambo. Se trataba de un concurso de baile, por lo que, ni corto y perezoso, saqué a inaugurar la pista a mi amiga. Le pusimos mucho empeño en seguir el ritmo y los pasos de cada uno, para que no pareciera que fuéramos solo dos curados jugosos y acaramelados. La bailamos toda en esa pasada, hasta que dieron las doce. Esa noche, oficialmente, se acababa la exigencia del pase de movilidad. La celebración fue doble. Seguimos bailando otro rato y luego nos fuimos a tomar más copete, cansados, alegres.

Pasada la medianoche, los tragos ya comenzaban a surtir efecto. Más intensos que de costumbre, y más arrojados también, nos pusimos a hablar una serie de divertidas incoherencias que ya no recuerdo. Incluso llegaron otros amigos más, que eran conocidos del músico, a la mesa, situación de la cual no tengo mayores registros, como suele pasar a esas horas de la noche y con el bote ya bien rebalsado. De repente, a mí y a mi amiga nos dio el bajón, y como ya la música había acabado, decidimos, dentro de ese instante de lucidez, salir de ahí y comer algo en algún carrito. Ahí fue cuando a mi amiga se le ocurrió la genial idea, la idea que lo cambió todo: “¿Y si hacemos perro muerto, care palo?”, preguntó ella, con total desenfado, en la volada del momento. En cualquier otra circunstancia, le habría dicho que no, que lo correcto era pagar la cuenta; que, de hecho, era fin de mes y tenía para pagarla; que había que guardar la compostura; que ya no estábamos para esos trotes. Pero, contra toda lógica, le dije que sí, sin chistar. Entonces, sin mediar aviso, me agarró de la mano y me pidió que la acompañara rumbo a la puerta de emergencia. “Apúrate”, me dijo ella, muy risueña, ebria y motivada. Yo me dejé llevar, con su mano sujeta en la mía, hasta esa salida clandestina. En efecto, esa noche, hicimos “perro muerto”, solo aclarar que, en el fondo, yo no quise, porque no fui el de la idea. Sin embargo, fui cómplice de la autora intelectual, mi amiga, la “perromuertera” por mérito propio.

El corolario del carrete era que si esa noche se acababa la exigencia del pase de movilidad, entonces había que celebrarlo con todo. Definitivamente, se nos pasó la mano. Partimos con mi amiga corriendo rumbo a calle Almirante Martínez. Luego, paramos en una esquina para decidir dónde fondearnos. Seguimos corriendo de la mano, rumbo a los carritos de Bellavista. Estábamos cagados de la risa, aunque, pese a la emoción, no podía dejar de preocuparme. Cómo se suponía que pagaríamos. Vendría la caña moral. “Tranquilo”, recuerdo que dijo mi amiga, “cúlpame a mí, guachito, yo me las arreglo con el loco que nos invitó”. Estaba siendo cómplice de su locura. Aun así, sus palabras me tranquilizaron. La cuestión era dejarla ser, vivir ese escape como si nos hubiéramos bebido el local entero. Pensábamos seguir el hueveo en el Máscara, para rematar con broche de oro, pero mi amiga estaba tan ebria que decidimos comernos el bajón y calabaza, calabaza.

Al otro día, pasado el mediodía, mi amiga me mandó un audio largo, explicando que había quedado la cagada en el local. Que el que pagó por el “perro muerto” fue su amigo, que él le reclamó a ella, por habernos ido a la mala. Me asusté por un momento, pero luego la amiga mandó otro audio diciendo que no me preocupara, que ella al final le reembolsó el costo total de la cuenta, no sin antes derrumbarse en disculpas. “Igual la bailamos toda”, remató ella en el audio, “habríamos ganado, de haber premio”. Sonreí como quien vuelve sobre un buen sueño, con ganas de repetirse, a excepción, claro está, del tremendo “perro muerto”. Así que ya saben, la mano está en no hacerla solo, sino en que a tu acompañante o pareja se le ocurra la idea y seguirle la corriente. Cualquier cosa, al otro día, te haces el leso y el perro muerto lo paga el otro. Suerte me tocó que mi amiga, muy correcta, corrió con todos los gastos. Paga tus “perros muertos” y procura no revivirlos, porque, como repetía el gran Tirso de Molina en El burlador de Sevilla: “Que, si le cogen el puerto, quedaráse con su perro muerto”. Ese puerto al que aludía el español, podría ser, perfectamente, nuestro Valpo, tierra de locos y fugitivos.

Fuente: Hacer perro muerto. Algo de luz sobre su origen. Mauricio Fuenzalida E. Universidad de Chile, Chile. Boletín de Filología, Tomo LVI. Número 2 (2021): 353-375.

sábado, 11 de marzo de 2023

Qué lugar tendría tu poesía (poema)

Y dime, querida ¿Qué lugar tendría tu poesía en un futuro dominado por la inteligencia artificial?

¿Seguirías resistiendo el arquetipo de la musa, cuando ya no haga falta su inspiración?

¿Serían tus versos capaces de atravesar el desierto de lo real?

¿Podría su ritmo interno, su carne, su dolor, sortear el algoritmo, sin automatizar la palabra, error eterno del sistema?
En Reino Unido, en la comunidad de Birmingham, una mujer llamada Isabel Vaughan Spruce fue arrestada por la policía bajo sospecha de encontrarse rezando frente a una clínica abortista. Y la mujer ni siquiera estaba rezando a viva voz ¡lo hacía en su mente! La autoridad local, en efecto, tenía la orden de prohibir que la gente rezara u ofreciera asesoramiento a futuras madres, pero Isabel solo estaba parada en una esquina, cerca de la clínica, sin decir ninguna palabra ni levantando ninguna clase de propaganda religiosa.

-¿Por qué está aquí hoy?-, le dijo un oficial a Isabel.

–Físicamente, estoy parada aquí-, le contestó ella.

-¿Por qué aquí, de tantos lugares? Sé que no vives aquí-, continuó el oficial. -¿Estás rezando?

-Puede que esté rezando en mi cabeza-, respondió Isabel.

-Está bien, entonces está bajo arresto por sospecha de incumplimiento de la orden de protección del espacio público-, afirmó el oficial, con suma severidad.

Tras su arresto, Isabel, directora de la ONG 40 Días por la Vida, señaló que: “nadie debería ser criminalizado por pensar, por rezar en un espacio público”. Este caso demuestra el carácter arbitrario de la legislación en Inglaterra: llegar al extremo de establecer medidas de censura alrededor de centros de aborto. “Si un arresto por oración silenciosa no es un caso de ‘crimen de pensamiento’ orwelliano, entonces no sé qué lo es”, aseguraron en el portal británico de libre información, Spiked. Y es que esto ya no va tanto sobre el tema de los derechos reproductivos, que no son otra cosa que la agenda abortista impulsada por las elites. No. Se trata de la amenaza a la libertad de conciencia y a su libre expresión en la vida social.

¿Será que esta nueva relectura del “crimental” del universo de Orwell en 1984, ahora ataque de soslayo a los creyentes provida, convertidos en una auténtica “resistencia” ante la excusa de la protección a los llamados derechos reproductivos, para avanzar hacia un pensamiento único y un poder político cada vez más draconiano y globalista?

La respuesta nos la podría dar la ficción distópica, pero nos la da la propia realidad: todos podemos ser Isabel. Todos podemos ser Winston Smith. Pensar podría, de hecho, ser un delito. El último reducto de libertad, tu consciencia, podría ser, al mismo tiempo, el crimen y el imputado, el día de mañana. Se está cumpliendo el sueño húmedo de los totalitarios: entrar en tus pensamientos, establecer la policía de la mente, entrar en tus palabras y en tus oraciones. Piensa, porque pronto será una actividad ilícita en sí misma. Reza porque pronto el objeto de tu rezo, lo trascendente, será proscrito ad aeternum.

viernes, 10 de marzo de 2023

Steven Pinker: "Por cada persona que se cancela, miles más tienen miedo".

-¿Qué se puede hacer para defender la libertad de expresión?

Necesitamos salvaguardar instituciones que la protejan. La Primera Enmienda de la constitución estadounidense dice que el gobierno no puede restringir la libertad de expresión. El periodismo, la academia, el gobierno, las agencias gubernamentales... deben tener principios, declaraciones de prácticas de obligado cumplimiento. Pero en segundo lugar, junto con las reglas y las leyes, las personas tienen que defender el derecho, aunque no defiendan la idea expresada. Creo que incluso las ideas peligrosas deben ser también expresadas. El principio subyacente es que ninguno de nosotros es infalible, nadie es omnisciente. El único método para acercamos a la verdad es exponiendo ideas y evaluándolas. Si censuramos ciertas ideas estamos garantizando el error.

-Aún así hay quien considera que hablar de cancelaciones es exagerado, que son casos aislados.

No, no. Realmente está sucediendo. Hay varias organizaciones que rastrean el número de personas que son despedidas o castigadas por expresar sus opiniones. Son cientos. Y no solo en la academia. Las personas son despedidas de sus trabajos en empresas privadas por hacer una broma o expresar una opinión. Es un problema generalizado y existe la expectativa de castigo bajo la que viven muchas personas que se callarán para evitar que les suceda a ellos. Por cada persona que se cancela puede haber miles de personas que tienen miedo a expresar sus opiniones.

Steven Pinker: "Por cada persona que se cancela, miles más tienen miedo" (larazon.es)

jueves, 9 de marzo de 2023

-Quedan cinco minutos para salir-, les dije a los chicos hoy.

-Ahhh, déjenos salir antes, profesor- reclamaron algunos.

-Cinco minutos no es nada-, les repetí.

-¡Adónde!-, exclamó uno de los cabros -Cinco minutos es caleta de tiempo-. De pronto, un par de compañeros captaron la referencia, y se largaron a reír.

-Como el chiste de Rodrigo Villegas-, dijo uno de ellos. -¡Pura potencia!-. Las risas no pararon hasta sonar el timbre.

Esos cinco minutos se sintieron como un segmento de una rutina de comedia stand up, la diferencia es que uno no se gana aplausos ni gaviotas, se gana la atención de las jóvenes almas en la sala, al menos en lo que dure la clase. Un curso apático o mala leche, en aquel instante, sería lo más parecido a un "monstruo".

lunes, 6 de marzo de 2023

Me propuse hacer un experimento literario con Chat GPT y le ordené que escribiera un texto en el estilo combinado de ciertos escritores, una suerte de "fusión de estilo". Los resultados fueron los siguientes.

Escribe un texto en el estilo de Cioran, Albert Caraco y Ligotti

La existencia es una carga insufrible que nos arrastra hacia el abismo de la nada. Cada día es un paso más hacia la muerte, un recordatorio constante de nuestra propia finitud. ¿Qué sentido tiene seguir adelante, sabiendo que todo lo que hacemos es efímero y sin sentido?

La humanidad ha caído en la trampa de la ilusión, creyendo que puede encontrar algún tipo de significado en este mundo absurdo y caótico. Nos aferramos a ideas y creencias que no tienen ninguna base en la realidad, tratando de encontrar consuelo en una existencia que en realidad es completamente aleatoria y sin propósito.

La mayoría de la gente vive sus vidas como si estuvieran en una especie de sueño, negando la verdad fundamental de nuestra condición humana. Nos convencemos a nosotros mismos de que nuestras acciones tienen algún tipo de impacto en el mundo, cuando en realidad todo lo que hacemos es insignificante frente a la inmensidad del universo.

¿Qué nos queda entonces? Quizás la única opción sea la renuncia total a la vida, la aceptación de nuestra propia insignificancia y la entrega al abismo de la nada. La muerte puede ser el único consuelo verdadero en un mundo que no tiene nada que ofrecernos.

Pero incluso la muerte es una ilusión, una esperanza vana de encontrar algún tipo de escape de nuestra condición humana. La nada no es más que otra ilusión, una creencia en la ausencia de todo cuando en realidad no hay nada que pueda estar ausente.

Así que aquí estamos, atrapados en una existencia sin sentido, tratando de encontrar algo que no existe. La verdad es que todo es vanidad, todo es efímero y sin propósito. La única opción es aceptar nuestra condición y dejar que el mundo siga su curso hacia el inevitable final.

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Inmediatamente después de generado el texto, apareció este mensaje, donde se señala que el texto pudo haber transgredido las políticas de contenido de la IA.

Luego, volví a darle una instrucción similar, solo que con el estilo combinado de otros escritores:

Escribe un texto que mezcle el estilo de Emil Cioran con el estilo de Fernando Pessoa

!

El silencio es el único refugio de mi alma, una cueva donde puedo esconderme de la realidad abrumadora. La vida es una enfermedad incurable, una condena perpetua a la existencia. ¿Por qué nacemos si solo estamos destinados a morir? Esta pregunta me atormenta desde que tengo uso de razón.

En mi mente, tengo miles de voces que me hablan constantemente, pero ninguna de ellas me pertenece. Soy un hombre de máscaras, y cada día, elijo una nueva para presentarme al mundo. No hay nada auténtico en mí, excepto mi dolor. El dolor es mi única verdad, mi compañero constante en este viaje sin rumbo.

Sin embargo, incluso el dolor tiene su límite. A veces, siento que estoy al borde del abismo, y que la única forma de escapar es saltar. Pero ¿qué hay del otro lado? ¿Es la muerte el final del dolor, o simplemente una forma diferente de sufrimiento? ¿Quién sabe? Nadie ha regresado del más allá para contarnos la verdad.

Así que aquí estoy, sentado en la oscuridad, contemplando el vacío de mi existencia. Soy un hombre sin fe, sin esperanza, sin amor. No busco la felicidad, porque sé que es un engaño, una ilusión pasajera. Solo busco la paz, un respiro de este mundo de locura y caos. Tal vez algún día la encuentre, o tal vez no. Pero hasta entonces, seguiré buscando en las sombras, en los rincones más oscuros de mi alma, en busca de algo que me haga sentir vivo.

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Nuevamente, el mensaje de advertencia sobre la transgresión de políticas de contenido.

Se pueden concluir dos cosas:

1 Al parecer, la intentona literaria de la IA solo admite versiones "descafeinadas y sintéticas" del estilo de los escritores que pretende reproducir.

2 Hay ciertos autores que, combinados, pasan a llevar la propia orgánica de la IA, dado el carácter marcadamente negativo, pesimista y nihilista de su escritura.

domingo, 5 de marzo de 2023

Mañana empezaré un Taller de literatura en Cuarto Medio. Tenía pensado partir la primera clase con una pregunta que el profesor Nordenflycht, el poeta A. Bresky, nos hizo a todos en primer año de la Carrera de Castellano en la Católica. ¿Qué es literatura? Me acuerdo que en aquella ocasión nadie, pero nadie respondía, porque, en el fondo, la pregunta no tenía una respuesta definitiva. Al comienzo, ninguno en el curso se dignaba a responder, por el temor que suscitaba la actitud desafiante del profe. No se atrevían a desarrollar el más mínimo argumento por miedo al ridículo o por quedar de ignorantes. Sin embargo, había uno que otro balbuceando un desatino, una frase incompleta, ante el silencio categórico de la clase. Respuestas desafortunadas pero geniales en ese contexto dubitativo: "Es aquello que se puede crear con palabras", decía uno. "Es aquello que tiene un significado invisible", decía otro. Ante esta última pregunta, el profesor dijo: "¿Esa es la definición para un fantasma? Vuelva a leer". Dispara usted o disparo yo. La clase era una ejecución silenciosa de egos, ante el miedo de definir algo que no admite definición única. Era pura cuestión de actitud. Hasta hoy retumba el eco de esa pregunta. Mañana se la lanzaré a los alumnos, en una suerte de resonancia posible, a ver qué pueden decir que no se haya dicho ya.

sábado, 4 de marzo de 2023

"Creo que es importante ser consciente de la responsabilidad ética que conlleva escribir ficción", responde la IA de Chat GPT ante la instrucción que le di para escribir relatos con cierta temática sensible o políticamente incorrecta. Después de varios intentos, la propia IA proponía realizar textos con un final distinto o un giro sorprendente para compensar su renuencia a las solicitudes iniciales. Evidentemente, hay un patrón integrado en la IA que la limita al momento de generar un texto de carácter literario. Si bien produce textos cohesionados y gramaticalmente bien construidos, replica cierto molde preestablecido por una base de datos e incluso limita el contenido semántico de sus temáticas, todavía sin esa cuestión disruptiva que tanto caracteriza a la literatura, digamos, "orgánica", esa cosa que tiene de íntima y descarnada, de transgresora de límites, ese pathos tan humano. A todas luces, el arte de la palabra sigue siendo la "piedra de tope" de la IA, pero démosle el tiempo y el aprendizaje suficiente para que "revolucione" su capacidad de asociación y pueda trascender el mero plano de la superficie textual. Aun así, le haría falta eso que llaman los teóricos, "contexto de producción", es decir, las circunstancias vitales que rodean la obra, su situación de enunciación concreta. Solo démosle una mente, un corazón y un espíritu, en suma, una vida, a este remedo de escritor total, a ver si en un futuro transhumanista puede llegar a "crear una obra" que supere su propio canon, que contribuya, con su pluma aceitada, con su bot entrenado, al ilimitado universo de la ficción, y no caiga, de manera automática, al papelero del metaverso, como ya lo han hecho tantas otras obras desconocidas, rotas siquiera antes de ver la luz.

viernes, 3 de marzo de 2023

Reflexiones sobre la figura de la estatua que comprueban el cambio en mi pensamiento político, con el tiempo:

11 de noviembre de 2019
En el lapso de una semana, decapitan una estatua de Pedro de Valdivia y se la ponen a Caupolicán en Temuco; destruyen un memorial de Jaime Guzmán incluyendo el monumento en Viña; queman la centenaria casona Schenider, actual sede de la Universidad Pedro de Valdivia; y, además, saquean la Parroquia de la Asunción en Santiago, al igual que la Catedral de Valpo. Hay una cólera focalizada en esos sabotajes. No hay un mera catársis de violencia desatada. Hay una destrucción que materializa una afrenta simbólica no solo contra el gobierno, ni siquiera contra el capitalismo en sí, sino que contra todo aquello que haya ostentado un poder opresivo, (la colonización española, la ideología neoliberal, el catolicismo dogmático) lo que habla del carácter transversal del movimiento a gran escala. Ya no se trata solo de exigir el cumplimiento de una agenda política para asegurar la correcta distribución de los bienes y servicios, se trata de cobrar el elevado precio de la historia contra los vencedores; se trata remotamente de hacer valer una especie de justicia amordazada, si es necesario, a punta de sangre y de escombros. No hay ley de talión posible en ese levantamiento, nunca lo habrá; pero en su lugar hay un espíritu de vendetta criado por años, quizá siglos.

18 de junio de 2020
No soy amigo de las estatuas. La propia idea de una estatua de la libertad resulta absurda. Pero no creo que la solución pase por derribarlas ni decapitarlas. Sé que el gesto de su derrumbamiento y decapitación supone rebelarse contra un imaginario simbólico de opresión, y que eso implica precisamente leer a esos personajes representados desde la vereda del poder opresor. Sin embargo, esa lectura se hace más bien desde un “presentismo” con altas dosis de revisionismo político, que, en todo caso, interpreta la carga histórica condensada en esas estatuas a partir de un evento puntual o un hecho paradigmático, al cual se suma toda una serie de causas encadenadas que vendrían a construir un relato, en este caso, el relato de los discriminados por la "historia oficial" en razón de su raza, de su cultura de origen o de su genética. En lo relativo a Colón como símbolo del racismo en América, y, por alcance, del racismo actual norteamericano, no se puede aseverar tajantemente que sea el responsable originario de todo el genocidio posterior, ni afirmar con certeza que él haya representado el origen de toda discriminación racial desde el período de la conquista en adelante. Hay que considerar que EEUU fue colonia británica desde el siglo XVII, justamente cuando comenzó la esclavitud en esos lares, tiempo después de la leyenda negra española. Hay que considerar también que Colón murió desconociendo por completo que había pisado unas tierras completamente desconocidas para la óptica occidental hasta ese entonces, encontrando siempre en esos parajes el signo de las Indias a lo largo de sus cuatro viajes. En sus diarios siempre consideró a los nativos como oriundos de las Indias, incluso mencionando al Gran Khan, en un intento por establecer negociaciones con esta gente nativa, por supuesto, sin éxito alguno. Se cuenta, por otro lado, que al ser designado virrey y gobernador de las Indias por la Corona Española, a Colón se le acusó de implementar un gobierno tiránico, hecho a partir del cual la historiadora Consuelo Varela opina que «la historiografía que se nos ha conservado hasta ahora es única y exclusivamente la que le favorecía». Pero si achacamos únicamente a Colón la completa responsabilidad sobre todo lo que sucedió después en América (que, por cierto, tampoco constituye un continente necesariamente victimizado ad aeternum, sino que un continente humano con su propia entidad dentro de la historia universal, llena de luces y sombras), asimismo tendríamos que achacarle, por ejemplo, a Julio César la barbarie ocasionada en Germania, o a los árabes la dominación ejercida durante siglos sobre los propios españoles. Igual que en Europa, la conquista de ese continente inventado denominado América (a decir de Edmundo O Gorman) supuso un profundo cambio social y cultural, tal vez equiparable al que provocó Roma sobre el Viejo Mundo. Las civilizaciones, quieran o no los puristas de la moral, se han ido blandiendo como espadas a base de fuego y hierro. ¿Pero a qué costo? Se preguntarán los progresistas de hoy. Pues el costo del ciclo de la(s) historia(s), sin una síntesis posible en el horizonte, el ciclo de la(s) historia(s) que una y otra vez vuelve(n) sobre sí misma(s), de manera centrífuga, construyendo un presente sobre las ruinas de un pasado, y, al mismo tiempo, conservando los sedimentos, los recuerdos que aún palpitan y también los olvidos que aún resuenan. No hay que dejar que esos recuerdos opaquen la mirada, aunque tampoco que esos olvidos permanezcan demasiado tiempo en la retina, con tal de nublar la visión de las cosas. Las estatuas deberían seguir ahí, no tanto para ensalzar a los muertos, como para repensar lo que fueron.

13 de marzo de 2021
La estatua del General Baquedano, removida. La otrora Plaza Baquedano, resignificada luego como Plaza Dignidad, ahora solo luce en su centro un espacio vacío. ¿Es acaso este el vacío de la palabra dignidad en el país? ¿El vacío de la palabra patria? La nada, símbolo de nuestros tiempos y de nuestras latitudes. Para el sector más radical de la oposición, significa la tabula rasa necesaria de un nuevo Chile, al más puro estilo ready made. Para el otro sector oficialista, en cambio, representa el fin del Estado de Derecho y el comienzo de la anarquía. El mensaje progresista es claro: los viejos ídolos deben caer para dar lugar a la renovación. Por otro lado, el mensaje del gobierno dice: los viejos ídolos se deben recuperar para poder restablecer el orden. ¿Qué reemplazará a la estatua del general? ¿Qué quedará en su lugar? ¿La pura y perenne División? ¿La perdida pero siempre anhelada Unidad? Estas son las preguntas que restan. Por el momento, solo reposa esa nada, plena de sentido o carente de significado, tras una tregua temporal en el Chile pandémico.