Se declaró Estado de excepción e inmediatamente anunciaron toques de queda a la noche. Dicen que por nuestra seguridad, nuevamente. Luego, antes de la diez, se restableció la energía, de manera progresiva, en gran parte del país. Me recuerda mucho a las cuarentenas del bicho y, a su vez, a los encierros. Un trauma evidente. Yo me pregunto: ¿los encierros continúan, pese a que volvió la luz? Da para algo sospechoso. Parecieran reirse en nuestra cara, con alguna suerte de operación psicológica. Conviene desconfiar, investigar y buscar por ahí alguna ampolleta de reserva, en caso de apagón mental.
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