miércoles, 13 de mayo de 2015



"Profesor ¿tiene usted vida después del colegio?" podría esa no ser tanto la pregunta del típico estudiante burlesco como la de un nihilista en ciernes que duda de la existencia del profesor como individuo extra laboral. Efectivamente, para él, después del colegio, el profesor no existe. En tanto se sale, se deja de serlo. Comienza el tipo que respira, que planifica, que desea el fin de semana. Lo que se hace afuera es pega de contrabando. Las pruebas y las tareas son solo la evidencia sarcástica de su punto de vista.

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