Había un chico de octavo que llevaba una polera de Iron Maiden, con Eddie y el nombre del tema The Trooper. Me vi en él casi a esa misma edad. Me acerqué y le pregunté si acaso escuchaba a la banda. Dijo que era fanático y que además tenía poleras de Metallica, entre otros grupos. Tenía, de hecho, una colección entera en la pieza. Me acordé, en ese momento, que ya se había liberado la venta de entradas para el próximo concierto de Maiden el 2026, así que le avisé que venía la banda a Chile. "-Pídale una entrada al viejito pascuero", le dije al cabro. "Debe apurarse eso sí. Se agotan rápido". El cabro se alegró. Habló de avisarle a su padre para que se "raje". De llegar a cumplirse, sería un regalo de Navidad soñado, porque sabía que, en el fondo, me estaba proyectando y también me lo estaba haciendo a mí mismo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario