Valparaíso ha amanecido con una imponente vaguada costera. No sé por qué hay quienes dicen que se trata de un "día feo". ¿Quizá por el tono gris? Pero recordemos que nuestra idiosincrasia es austral y, a mi juicio, nos vienen bien los tonos grises. Encuentro que la neblina le otorga a nuestra geografía frescura y sobriedad de carácter. Lo verdaderamente feo es ese calor insoportable, propio de zonas tropicales que nos son ajenas. Hay un aire a Providence de Lovecraft o a una cosa cavernosa, propia de un espíritu romántico.
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