miércoles, 9 de mayo de 2018

Pensaba en un nombre para el grupo que estaban conformando las chicas que se sientan adelante. Me decidí finalmente por The 21 Century Girls (parafraseando el tema de King Crimson). Risas de súbito. Otro par de cabros me pedía que le ayudara a entrar un lienzo rojo a la sala. Venía desde atrás un compañero suyo y repetía que se trataba de una bandera con sangre. Cuando les pedía que escribiesen la actividad de hoy, resultó que se armaron en diferentes grupos, y uno comenzó a manipular las hojas cuadriculadas, haciendo origamis y aviones de papel; otro, de un grupo más al fondo, armaba lo que sería una especie de "juego imposible", dibujándolo en un bloc. Las 21 Century Girls, por su parte, seguían escribiendo el repertorio musical para el día viernes, el número que cantarían. Hasta que, llegado el fin de la hora, se levantaban para comenzar a ordenarse, no sin antes tomar algunos plumones y escribir a la mala sobre la pizarra, una serie de cuestiones ilegibles, dibujos aleatorios, siglas desconocidas, también una que otra broma en la que se molestaba a compañeros emparejados, la típica del alumno x y alumna x encerrados en un corazón. Dos cabros del fondo sacaban el lienzo rojo, la bandera de sangre, para afuera, en el momento en que el curso y su atención se iban diluyendo cada vez más al son del timbre y de la algarabía general. Era todo desorden. Pero, a su vez, era todo diversión. Porque para ellos, más que el día, era la semana del alumno. Si fuera por ellos, sería así todo el año. Toda la vida.

No hay comentarios.: