viernes, 31 de mayo de 2024
martes, 28 de mayo de 2024
Penumbra de provincia II: La barbarie y el corazón
lunes, 27 de mayo de 2024
domingo, 26 de mayo de 2024
"Respuesta a Alfredo Joignant por sus críticas contra Lucy Oporto". Pablo Ortúzar
sábado, 25 de mayo de 2024
jueves, 23 de mayo de 2024
miércoles, 22 de mayo de 2024
Lucy Oporto: “Hay descalificaciones periódicas de cierto lumpen pseudoacadémico en universidades”
martes, 21 de mayo de 2024
En la mazmorra interior (poema)
esquivo las piedras y miro sobre el muro una imagen bizarra.
La he buscado entre tales sombras
no reconozco nada más que un velo
¿Es esa la belleza detrás de la revelación?
Mientras me sumerjo en lo más profundo de la mazmorra,
trato de encontrar la respuesta al enigma
Todo a mi alrededor comienza a moverse sin sentido
y la infausta búsqueda solo una digresión del tiempo.
Si continúo en la profundidades, sería fatal retroceder
su resolución trasciende el cuerpo y se vuelve etérea
y todo lo que asoma por fuera son imágenes chamuscadas
Y creo que ya no siento a mis ojos, las imágenes se han contraído
y la caída de la penumbra en el fondo de la caverna
deja al desnudo una corriente que mana poderosa
La corriente que no tiene nombre, que podría arrastrarnos para siempre.
Aquella corriente negativa, no conduce a ninguna parte
y la corriente mana intempestiva, pujante un golpe de frío me trae de vuelta
y regreso al misterio del principio, brillante en su incertidumbre.
La luz del alba se cuela en los intersticios
mas no hallo el piso para sostenerme
¿Qué es aquello que todavía no deja revelarse?
Una voluntad ciega, un azar unilateral me impele a la introspección
en pixeles fragmentados se deja ver la sombra definida
Fracciones enteras de la misma indefinida mitología,
salta la duda, y tu rostro vuelve, invicto, a la memoria,
lunes, 20 de mayo de 2024
domingo, 19 de mayo de 2024
Lucy Oporto: “La veleidad y travestismo de Boric es parte de un plan y una forma de manipulación”
-“Pensar que ante un nuevo gobierno de derecha y centroderecha no volverán los octubristas a intentar lo mismo ¡y más! sería desconocer la enorme fuerza del mito”, escribió el historiador Gonzalo Rojas esta semana. ¿Comparte esa idea?
-Leí su columna. Él se pregunta por la proyección del octubrismo. Entiendo el octubrismo como lo definió José Joaquín Brunner, es decir, relativo a quienes se identifican con la revuelta antisistema del 18 de octubre y el significado político-cultural de un levantamiento contra el Estado y sus instituciones. En cuanto a Rojas, estoy de acuerdo con él en sus grandes líneas, efectivamente ese movimiento puede volver a surgir. Pero me distancio de su entendimiento del mito: él afirma que remite a un pasado inventado. Pienso de manera casi opuesta, que el mito, en realidad, condensa una serie de eventos que en algún momento fueron reales. Es un poco la definición que propuso René Girard. Yo suscribo eso, así como las relaciones que establece Jung entre el mito y el inconsciente colectivo. Es otra manera de entenderlo. Por ejemplo, la imagen simbólica del perro es una imagen muy arcaica y ambivalente: por un lado, es un animal noble, que ayuda al ser humano y da alegrías a los niños, pero su vertiente maligna es siniestra. Por eso, en las religiones antiguas, en el islam y en el judaísmo, es considerado un animal impuro, porque come carroña. El problema de los perros salvajes o asilvestrados, como diríamos ahora, ya se veía en esos tiempos.
La ignorancia, la estupidez y el prejuicio. Aforismos desaforados, de Carlos Iturra (fragmento )
Hacer una afirmación es optar por uno de los pétalos de la rosa de los vientos de afirmaciones posibles que rodea al objeto de la afirmación. Un escritor demasiado honesto se demoraría en añadir a cada afirmación que hiciera, todas las restantes afirmaciones lógicamente posibles.
Lo malo de poseer una biblioteca es que se vive junto a la evidencia de todo lo que no se alcanzará a leer.
Toda verdad es una pregunta.
Los grandes poemas son los que intentan llevar la expresión a la nada: van del ser al cero; solo el silencio es veraz; solo la nada incluye lo absoluto, o no sería nada…
Me encuentro a veces en un estado en el que siento que ningún razonamiento podría impresionarme, ninguna razón convencerme.
Lo mejor que se puede lograr con las palabras no es hacerlas decir lo que dicen, es hacer que digan los silencios vacíos que hay entre palabra y palabra.
Un escritor debe ser diestro también en el arte de eludir lo que ignora.
Casi toda palabra es como una moneda, muchas son como un dado, y unas cuantas parecen poliedros.
De poco sirven los presagios, como se ve en la historia o en la literatura, pues el golpe lLega siempre desde donde era más inimaginable.
La inteligencia cree razonar libremente, cuando no hace sino fluir como el agua, por donde se le da.
Te doy mi palabra...
-¿Sólo una tienes?
*
-Te doy mi palabra...
-Yo te la cedo...
*
Nunca des tu palabra, puedes volver a necesitarla
*
Sé da la palabra, mas no la cosa
*
“Hace un tiempo te di mi palabra.” “Sí, ¿y?” “Te agradecería que me la devuelvas”
*
Dar la palabra, o sea el Verbo, logos, conciencia
*
-No me des tu palabra, gracias, ya tengo la mía...
*
El hombre no tiene mayor poder que la palabra “no”, pues con ella puede vencer a Dios
*
Después que alguien da su palabra lo lógico sería que se quedara callado.
*
-Acepto tu palabra. Aunque preferiría una letra… ¡O un cheque!
*
-No es necesario que me des tu palabra, pero puedes prestármela…
-Mejor se la doy a otro.
*
-Tantas veces me has dado tu palabra que ya tengo para un diccionario.
*
-¿Tu palabra, ese mero flato?
*
-Tal como das tu palabra luego la rompes. Solo la palabra escrita, irrompible, dura, perdura.
*
-¡Me diste tu palabra, y no la mediste!
*
-¿Te di mi palabra…? Seguramente, pero no recuerdo cuál de todas…
*
-Te doy mi palabra...
-Gracias, pero no sabría qué hacer con ella...
*
-Si acepto tu palabra, ¡quizás qué tendré que aceptarte después!
*
“Los caballeros cumplían su palabra.”
“Por eso se extinguieron.”
*
Detrás de muchas palabras no hay más que palabrería, pero detrás de la palabra dada, suele no haber nada.
jueves, 16 de mayo de 2024
Entre luces enterradas (poema)
miércoles, 15 de mayo de 2024
La lectura de Alex Mirez
Inseguridad en Chile: la emergencia del presente
martes, 14 de mayo de 2024
lunes, 13 de mayo de 2024
sábado, 11 de mayo de 2024
Poemario "Asonada"
Asonada
Salvador Galindo
La Gran Conspiración
¿Qué pasaría si te dijera que todo fue una pura mascarada y que hay mucha más opacidad tras el tejido de los sueños?
¿Que detrás de los ideales que seguimos con tanta insistencia, estaban los mismos que financiaron el sistema que combatimos?
¿Que aquellos rebeldes que creímos incorruptibles, escondían su propia agenda secreta y servían a intereses todavía ocultos al profano?
¿Que detrás de cada supuesto despertar se sobrepuso otra ilusión que procuraba mantenernos en un estado de sonambulismo, divorciados de la propia conciencia?
No hubo, no hay, no habrá
No hubo nada más utópico que nuestro pasado.
No hay nada más real que nuestro presente.
No habrá nada más distópico que nuestro futuro.
Apátridas
Progresistas y globalistas, con sumo nihilismo
Han hecho de la Bandera de Chile su propia mordaza
El símbolo de poder sobre el que despliegan su arrogancia victimizante
Forzando al país a tolerar sus exabruptos
Sirviendo a la agenda que los apátridas añoran.
La fiesta
Mucho antes de la peste,
La poesía era una verdadera fiesta
Y adorábamos declamar, reír, fingir
Bajo esa noche de expresiones teatrales
Cada quien con un gesto impostado
Procuraba robarse el corazón de los presentes
Pero tú y yo sabíamos que eso era pura mascarada
Que al día siguiente éramos simples comensales
Soñadores con demasiada imaginación
Creadores sin suficiente presupuesto
Apostándolo todo en un encuentro prohibido
Abominando de nuestras propias sombras
Con el rumor de la belleza y la virtud
Conspirando bajo el velo de las sábanas
Que envolvían los libros desparramados
Y los cuerpos extasiados,
arrebatados por la pasión, la complicidad
seducidos por el fulgor de la muerte
Por el presentimiento de un mañana sin nombre.
Mucho antes de la peste,
Mucho antes del gran estallido
Mucho antes de la gran conspiración
La poesía era una fiesta
Y a nosotros el destino, inexorable, nos apagó la música
Nos apagó las luces para huir de todos los sitios
Y acabar divididos por la imbatible noche
Que todavía vela cada una de nuestras palabras
y nuestros silencios, cómplices del desastre.
La peste
La peste llegó después de un estallido
como metáfora de nuestra ruptura
un quiebre institucional de nuestros sentimientos
trama de pánico, desengaño y disolución.
En mi corazón ya no hay patria
en el tuyo, solo la bilis y el caos.
Asonada
Un octubre sin fin fue abortada nuestra promesa
Un octubre sin fin fue evadido todo significante
Un octubre sin fin fue extinguido el tiempo
se perpetuó la bilis y se propagó la peste.
Un octubre sin fin no hubo sacralización
Un octubre sin fin fue usurpado el espíritu
Un octubre sin fin fue disuelto el sentido
El palacete y la estatua de los significados
Se quemó la ciudad y con ella el alfabeto de nuestra historia.
De nada sirvieron las palabras conjuradas en la noche
De nada sirvieron los rituales al fulgor de la belleza
Demasiado sudor nos empañó el destino
Demasiada pasión nubló la intentona
Por revertir el curso satánico del poder
Miramos a sus ojos y las grietas de su espejo
Penetraron en nuestra mirada
Ebria de ánimo disolvente
Tuerta de tanta redundancia
De tanto vigilar al adversario en las calles
De tanto alentar la dialéctica en las sombras
De tanto impulsar la inquina, a diestra y siniestra
y escarbar entre los muertos
Para profanar, una y otra vez, el grito de la eternidad.
Patrimonio vencido
Valparaíso ha sido testigo de una ruptura, un quiebre y una caída: la suya propia.
Otros, cínicos y traidores, ya han escrito su crónica: la de la descomposición.
¿Oíste acaso cuando tocaban las sirenas del último día? ¿Cuando sobre nosotros cayeron los escombros del tiempo nocturno?
Sorda de espíritu, ebria de corazón, arremetiste contra quien osó darle un puerto a tu angustia.
Ahora ese sentimiento cobra la forma del patrimonio vencido
Por la codicia sin horizonte y la violencia sin patria.
El golpe
El golpe que me diste
aquella noche
ya había ocurrido en el tiempo
otros fueron sus protagonistas
porque la historia es un vórtice
sin principio ni final.
El golpe que me diste
aquella noche
fue un asalto
una ruptura del orden
que acababa de desmoronarse.
Nuestra sangre
trataba de encontrar una salida
las calles no dieron abasto
solo fueron testigos indolentes
Los gritos penetraron como nunca
las voces hablaron del odio
que empezaba a incubarse.
Solo hacía falta la historia
para darle un sentido a la farsa
sobre todo el fuego
bien incendiado en la memoria
y el corazón
encadenado al recuerdo
tapizado por una herida
tan estéril como inútil.
Solo hacía falta la historia
pero nuestro golpe
nuestro secreto golpe personal
nunca tuvo resonancia
solo furia y penitencia.
Hay palabras
que duelen más que sus significantes.
Caímos en la trampa de la consciencia alienada
Caímos en la trampa de la consciencia alienada
hicieron de nosotros pura carne de cañón,
nos transformaron en la marioneta de algún titiritero
escondido entre sombras conspirativas.
Al momento de tomarnos la mano
marchando por esas calles desvencijadas
entre consignas, rimas inútiles y disonantes
estábamos sellando la trama de la discordia.
Nunca hubiéramos podido intuirlo:
una parte de nosotros quería quemarlo todo
pero la otra se aferraba a los viejos esquemas
Asustados, hicimos del otro la proyección de nuestra más profunda carencia.
Y a eso le llamamos amor. Y a eso le llamamos poesía.
¿Cuál será el final de esta obra difusa? ¿Cómo sigue la farsa?
¿Quién leerá nuestros lamentos e imprecaciones,
cuando las páginas sean consumidas por su propia combustión?
Caído el relato, caída la máscara
Ya no hay calle de regreso,
ya no hay página de sangre
solo nos queda el rostro descubierto
y una mentira insolente
que reclama justicia.
Octubre
Una casa figura quemada
En el fondo de la noche
Es la recurrencia fatal
Es el mito incendiario
Del fin de la historia.
Un país ardía
Mientras nuestros cuerpos
ardían de placer
Demasiado ebrios en su disolución
Y nunca alcanzaron a adivinar
El futuro, el quiebre, la plaga.
El fuego no tiene sombra
Pero atrae penumbras
Sobre Valparaíso, abrasada la consciencia
Ya no caen aves electrocutadas
Solo corazones incendiarios.
El fuego corroe la memoria
Pretende la purga pero inflama la rabia
Sin luz, arrancan los tejidos,
Arrancan sus casas y sus espacios
supuran la ardiente melancolía
de un territorio indómito,
marcado por la disolución.
Perdido el ensueño y el arraigo
Caen ebrios en su proclama
Los agitadores y los esbirros
Perros de una leva poderosa
Se pierden en la bruma invencible
Vuelven a la Cueva, donde el Chivato reposa
Milenario en su relato,
Salvaguarda del acabóse.
El puerto reconoce su fuego
Sus cerros le gritan a sus árboles
Y sus árboles a los extraviados
Porque, transeúntes, volverán del olvido
Su patria será restaurada
En la medida que recobre
El ritmo de la inmanencia.
Cenizas del tiempo harán de los caídos
Una palabra tenue, vibrante
Ante la sordera del dogma
Y todos los incendios volverán
A su origen, tal cual el suelo
Que brotó infundado.
Breve relectura de Ginsberg
He visto a los mejores escritores de mi generación
Fascinados con los cantos de sirena del progresismo
Empachados de materialismo dialéctico
Poseídos por un espíritu de deconstrucción y por un embrujo iluminista
Entregados de lleno a la pura inmanencia
Sin otra palabra que la efímera ni otro horizonte que el ocaso.
Hidra
¿Qué pasaría si te dijera que toda aparente disidencia al sistema no es más que otra cabeza de la gran Hidra que nos somete? ¿Otra maniobra cuidadosamente calculada para hacernos caer una y otra vez en las infaustas redes de la Bestia, enrevesadas e incomprensibles para el ojo de la ideología?
¿Qué pasaría si te dijera que nunca hubo solidez a la cual arrimarnos y siempre navegamos, evanescentes, hacia el naufragio, en el mar de la disolución, sobre todo, cuando las palabras amor, democracia y política perdieron sus contornos y su semántica originaria?
Contra historia
Querida ¿Qué es el mal? ¿Qué es el amor?
¿Cuál es la fuerza que nos posee?
¿Dónde quedó la belleza? ¿Dónde la verdad?
¿Dónde la fuerza que vela por ti, por mí?
¿Qué es lo que nos hace avergonzarnos
de haber mentido y de haber roto los espejos?
¿De hacer vista gorda a la inclemencia del fuego?
Y mientras el mundo continúa su orgía incesante
¿Qué es lo que convierte las palabras que arrojamos
en fichas carentes de símbolo y valor?
¿Por qué es que cualquier cosa en esta tierra
que nosotros no entendemos
nos impele a estar arrodillados
y a abdicar del antiguo orden?
Las reglas de las instituciones no se cumplen
las reglas de los hombres se sabotean
pero las reglas de nuestro lenguaje presumen la sombra
por eso aún andamos a gachas
tanteando una historia desconocida
que no nos pertenece y que creemos única.
Algo nos ha dicho: despierta, no hay nada que buscar
y el deseo, invicto, reclama su porción de espíritu
su carne esotérica.
Todo lo que siempre quisimos
está aquí, en la punta de la lengua
y en la punta del lápiz, a punto de invocar
su propia marcha fúnebre
una condena anticipada, una palabra de despecho
un mundo derrumbado
ante la farsa del vidente.
Retro visión
La luz se dobla temprano alrededor del caminante
El artillero susurra suavemente su sombra en la pared
La multitud estalla desde dentro,
Un animal solitario hurga en la basura
Antes que los energúmenos se tomen el espacio
Nos encierran en una coraza y blandimos nuestra materia
Cuerpos enfermos corren rumbo al vacío
Toda la noche, los ecos de cabezas suspicaces
Sobre el cielo rojo, la cámara está filmando
Caídas las estatuas, caídas las banderas
El mundo se está moviendo estrepitosamente
¿hacia el precipicio? ¿hacia el fuego sagrado?
¿hacia un perverso cambio en las reglas del juego?
De todas maneras, nuestros libros ya han visto la luz
Sin embargo, no han callado su sombra
Y no hay forma de enmendar las palabras acribilladas
No hay forma de recuperar el estado de cosas
Previo a nuestro calamitoso desencuentro
Los hechos están consumados y las razones consumidas
En la última noche, entonces, beberemos
Beberemos para purgar nuestras contradicciones
Nos mantendremos despiertos, volveremos a aquella época
Y escucharemos a los vecinos arrojar sus fuegos artificiales
Joviales y penitentes, en la zona cero de la historia.
