Slavoj Zizek contundente en su nuevo libro "Contra el progreso":
"El progreso y sus vicisitudes
En la película de Christopher Nolan El truco final (El prestigio) [2006], un mago hace un truco con un pajarito que desaparece en una jaula aplastada en la mesa. Un chiquillo del público empieza a llorar, afligido por la muerte del pájaro. El mago se acerca a él y termina el truco haciendo aparecer suavemente un pájaro vivo de su mano; pero el niño no está convencido e insiste en que debe de tratarse de otro pájaro, el hermano del muerto. Después del espectáculo, vemos al mago solo, tirando un pájaro aplastado a la basura, donde hay otros muchos pájaros muertos. El muchacho tenía razón. El truco no podía hacerse sin violencia y muerte, pero su efectividad depende de la ocultación de los residuos rotos y escuálidos de lo que ha sido sacrificado, deshaciéndose de ellos donde nadie importante los vea. Ahí reside la premisa básica de la noción dialéctica de progreso: cuando llega una etapa nueva y superior, debe de haber un pájaro aplastado en algún lugar.
Los pájaros aplastados del progreso
Lo primero a lo que hemos de renunciar es, pues, a cualquier noción del progreso lineal y global de la humanidad, ya sea formulada por Karl Marx, ya sea postulada por los liberales como Francis Fukuyama (quien declaró el fin de la historia) o dominada por la dialéctica de la Ilustración. La visión global de la historia de Marx es la de una sucesión lineal de modos «progresivos» de desarrollo social desde las sociedades primitivas, pasando por el modo de producción asiático, el esclavismo, el feudalismo y el capitalismo, hasta el socialismo y el comunismo. Los problemas surgen casi de inmediato con la dinámica histórica imaginada por Marx; para empezar, la noción de un modo de producción asiático es problemática a todas luces (se trata de una categoría vacía en la que Marx arrojaba todo aquello que no encajaba en su lógica eurocéntrica de la historia y, por consiguiente, es en sí misma un receptáculo para pájaros muertos aplastados). En cuanto al socialismo, la afirmación de Rosa Luxemburgo de que «el futuro será socialismo o barbarie» también resultó ser falsa: lo que tuvimos con el estalinismo fue a un bárbaro socialista y todavía estamos contando los cadáveres. Por lo que atañe al liberalismo, su estado de crisis es evidente; tanto es así que hasta Fukuyama ha renunciado a su idea del fin de la historia.
No debería haber restricciones en la búsqueda de pájaros aplastados. Rusia y China gustan de presentarse como partidarias de un nuevo orden mundial multicéntrico en el que todas las formas de vida coexistan en pie de igualdad y en el que se erradique por fin la dominación colonial occidental económica e ideológica. En esta retórica podríamos ver jaulas enteras de pájaros aplastados barridas en Occidente..." Slavoj Zizek, Contra el progreso.