jueves, 15 de julio de 2021

Un amigo de derecha me dijo, en tono hueveo: “comunista come guagua” por no querer vacunarme. Planteó que no hacerlo era “poner en peligro a la gente y al país”. Vacunarse implicaba, para este compadre, ser patriota.

Otro amigo marxista, tras publicar un video en vivo de una manifestación antiplandemia, me hueveó con que era conspiranoico y que esos llamados a salir a las calles, clamando poner fin a las cuarentenas, eran equivalentes a los llamados que hacía Kast. No me dijo facho, pero lo sugirió. Para él, la libertad se supedita al llamado “bien común”, así definido por el Colmed.

De repente, rebelarse contra las políticas sanitarias es ser perseguido por sectores de lado y lado. No hay zona gris sobre la plandemia. No hay centro político en esto. O crees en ella o eres un negacionista, insulto de moda, para tiempos víricos.

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