viernes, 30 de diciembre de 2022

Contagio catastrófico

En octubre se realizó un evento de simulación pandémica similar al Evento 201 del 2019, y tuvo por nombre Contagio catastrófico: pandemias. Al evento llegaron diversos expertos de la salud y el vocero oficial fue, como era de esperarse, Bill Gates. La ocasión tuvo por objetivo anticiparse a futuras pandemias, lo cual deja entrever que existirán, para estos sujetos, nuevas variantes del bicho e incluso otros virus en acción. De hecho, durante el evento se habló de uno que sería mucho más terrible que el covid: el Seers, síndrome respiratorio epidémico grave por enterovirus. Este Seers tendría una letalidad mayor que el reciente bicho, y afectaría en un 75% a los niños del planeta, a diferencia del covid que, en sus inicios, habría impactado con mucha más fuerza a los ancianos. Frente a este escenario literalmente catastrófico, los concurrentes al evento Contagio discutieron sobre la necesidad de prevenir estas calamidades con la misma “astucia” con la que enfrentaron la actual, es decir, con mucha más urgencia vacunatoria, restricciones sanitarias y métodos de control efectivos.

Todo parece vislumbrar la gran capacidad adivinatoria y profundamente filantrópica de las elites, siempre preocupados del sistema inmune de la humanidad entera. ¿Adoptarán exactamente las mismas medidas implementadas durante estos tres años de pesadilla global? ¿O la estrategia cambiaría en virtud de la nueva coyuntura vírica? Por lo pronto, solamente ellos saben el modus operandi, y solo ellos conocen el derrotero a seguir para las próximas pandemias. Porque así es: habrá muchos más bichos, de acuerdo a los pronósticos de estos genios, por lo que habrá mucho más material para prolongar este diario hasta que ya no sea vital seguir escribiendo. Buena o mala noticia, según cómo se mire, desde el punto de vista de la salud literaria o la invicta morbilidad de nuestra época.

Un manto de sombra envuelve otra vez el horizonte del tiempo, aunque algo de certeza queda: el bicho volverá recargado, tal cual escribí a principios de este año, sencillamente porque esa es la nueva narrativa, y como buenos personajes, tendremos que actuar en consecuencia o bien voltear la tinta del Demiurgo para volver a respirar libremente.

No hay comentarios.: