lunes, 9 de mayo de 2022

Acabo de pegarme el pique de Viña al colegio para una dinámica socioemocional. El coordinador de la actividad nos dijo que volviéramos a la casa dispuestos a abrazar a la primera persona que viéramos y nos sintiéramos felices y agradecidos. ¿A quién se supone que abrace? ¿A mí mismo? ¿No será que el propio hecho de regresar a tu pieza de soltero, a tu morada solitaria, es el motivo por el cual uno deba estar feliz y agradecido después de un largo día de pega?

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