miércoles, 10 de octubre de 2018

Lo bueno de trabajar a boleta es que no estás sujeto a ninguna otra obligación que la estrictamente pactada por la pega convenida, lo malo tampoco es tan malo, y es que, al no tener la naturaleza del contrato común y corriente, no existe ninguna otra responsabilidad de parte de la institución hacia ti, excepto la que tiene que ver con el cumplimiento del trabajo acordado por ambas partes. Hay una mayor libertad y flexibilidad contingentes en ese efímero convenio a honorarios, pero lo pajero del asunto es toda la inestabilidad a futuro que conlleva puramente el ejercicio de esa libertad. Gajes del oficio.

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