miércoles, 11 de octubre de 2017

El arrendador me acaba de informar que ha muerto un inquilino del departamento. Precisó que su muerte había sido el viernes. La cuestión me tomó por sorpresa. No lo podía creer, pero hablaba en serio. La muerte es así, caprichosa, impredecible. Estamos pa la cagá, mencionó el compadre. Una serenidad aparente, pero por dentro un estupor, una resignación, ante la falta de explicaciones. El compadre se iba rápido al trabajo. Justo al entrar de nuevo a la pieza para barrer lo último, pasa la vecina del depa, doy la vuelta y nos mira con una sonrisa corta al paso, tan tranquila como inquietante. El poco de polvo que quedaba en el borde de la puerta, a su vez, se esfuma junto con el sol que pega en la ventana. Resumen del día. Vil metáfora de la vida.

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