viernes, 20 de octubre de 2017

David Lynch, The art life, en Insomnia. Lleno total. En uno de los pasajes, el director explicaba que "la oscuridad era la comprensión del mundo". Lo entendí justo cuando el público numeroso se borraba inmediatamente entre el negro de la sala y solo se alcanzaba a ver en la pantalla el gigantesco pero humilde estudio de pintura del director. En ese momento no éramos otra cosa que parte de su imaginación, simples pinceladas sin forma en su tela hecha de caos, el reflejo de su rostro contemplándose en la total oscuridad, viéndose cara a cara a sí mismo.

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