miércoles, 30 de agosto de 2017

Justo afuera de Falabella, a las 10:35 exactamente, caleta de gente esperando a que abrieran las puertas. Se veía una fila inusualmente numerosa, casi como una fila de banco. Recordé de ahí los dos primeros episodios de la nueva The Mist de Netflix. Allí la gente acababa atrapada en el centro comercial, huyendo de seres malignos que afuera asolaban junto con la niebla. Los clientes de Falabella no huían precisamente de ninguna niebla ni presencia; quizá solo huían de si mismos, para perderse voluntariamente en las inmediaciones de la sucursal, bajo la influencia de algo desconocido que tampoco, a ciencia cierta, comprenden.

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