martes, 21 de abril de 2015

Carrera docente



El proyecto de Carrera Docente: Los profesores como los nuevos pícaros, los parias, las ratas de un laboratorio social, en que sus sueldos aumentarán en la medida que superan ciertos niveles (de acuerdo a criterios arbitrarios como si se tratase de un juego), promoviendo así la competencia a mansalva, en el que serán castigados si no logran sortear el laberinto de la calidad, en el que la calidad parece el estigma que deben llevar impreso por las horas absurdas de planificación y de evaluación que puramente contemplan el producto. Se obvia precisamente la palabra "pedagogía" que originalmente significaba conducir, porque esta clase de maquinaciones no conducen a nada, excepto a un círculo vicioso. En enseñar no debiera subastarse la supervivencia. De hecho, en un escenario ideal, nadie debería ganarse la vida enseñando. Hoy por hoy enseñar: la menos inocente de las ocupaciones. Por todo eso, y por más, suscribo la frase del poeta Moltedo: "Prótegeme, Dios mío, del sentido pedagógico y deja que cada día me sorprenda viendo pasar -sin estilo- el viento por la esquina”.

2 comentarios:

Martín López dijo...

Creo que lo intuyo, pero ¿podría concretar en qué consiste ese círculo vicioso?

Gragko dijo...

Amigo, me refiero a que el nuevo proyecto de Carrera Docente implementado por nuestras desacreditadas autoridades con el deshonesto fin de aumentar la calidad de la educación (a costa de dilatar la brecha entre las distintas entidades y sobre todo, entre los individuos que componen la comunidad educativa) redundará en una mayor burocracia sin fin, al asignar evaluaciones descontextualizadas, de carácter punitivo a la tarea pedagógica de acuerdo a criterios arbitrarios, además de fomentar la ya preponderante competencia individual entre colegas (nada que ver esta competencia material arribista con la competencia en términos de superación olímpica), o sea, en definitiva, productividad kafkiana a la enésima potencia de acuerdo a lógicas interesadas, en la que los sueldos seguirán sujetos más que nunca a variables mercantiles. Redundará en una perpetuación del status quo (realidad para la cual utilicé la metáfora de círculo de vicio como la más sintética y representativa)