martes, 3 de octubre de 2017

"Mire, ¿quiere ver algo bonito?". Un cabro en la sala de profes me mostró en el celu un par de zapatillas blancas marca Nike, Lifestyle. "Me costaron casi gamba y media. Me gasté prácticamente toda la mesada", repetía, enfatizando que lo suyo había sido un sacrificio enorme. "Tenía que comprarlas. No pude aguantarme. No me importa andar pato, pero ya tengo este par de bellezas", volvía a explicar, ahora con evidente orgullo. "Una cosa por otra", le repliqué, aludiendo a que no tenía opción: tomar o dejar aquellas zapatillas. Es así en todo orden de cosas. Tomar o dejar. Ceder ante el deseo por algo o recular en el último momento, viendo qué otra cosa hipotéticamente más productiva se puede hacer con el vuelto de los bolsillos.

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