¿Por qué se puede decir que el cuadro de la crucifixión de Gustave Doré es puro romanticismo? Porque recordemos que el romanticismo busca, antes que nada, remecer la sensibilidad y la conciencia del espectador mediante la expresión subjetiva y el despliegue de la imaginación y la fantasía. Para ello se vale de lo dramático y también de lo ominoso. La muerte de Cristo en la cruz, caída la noche, con una luz celestial e intrigante atravesando el cielo, representa precisamente esa visión romántica.
"Debajo de la imagen se encuentra un pasaje del Evangelio de Lucas, que enfatiza la profunda oscuridad que se apoderó de la tierra durante la crucifixión."
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