martes, 12 de noviembre de 2019

Me decían por interno que en Bolivia pasa algo paradójico: por un lado, el ejército emplazó a Evo Morales a dejar su mandato, a modo de "sugerencia" de parte de las FF.AA (me imagino de qué clase de sugerencia se pueda tratar); y, por otro, el propio Evo renuncia a la presidencia con tal de evitar conducir al país hacia una inminente guerra civil. De acuerdo a esta figura, sería una especie de "Golpe pasivo" en el cual el mismo cabecilla se ve obligado a renunciar, propiciando las circunstancias adversas para que lo haga deliberadamente. Además, se veía que algunos militares bolivianos se ponían de parte del pueblo, (incluso aquí celebraban ese hecho como si se tratase de un "despertar de la consciencia") cuando en el fondo esos militares representaban solo a la facción que estaba decididamente en contra de la perpetuidad de Evo en el mandato. Y, por si fuera poco, el mismísimo Trump se pronunció respecto a esta evidente señal política, a modo de advertencia para los respectivos gobiernos de Maduro y Ortega. ¿Le suena a algo que ya haya sucedido? El cuadro queda completo. El tiempo histórico recicla sus mismos traumas. El proceso de la historia deviene una espiral, una serie de eventualidades que giran sobre un mismo eje y repiten un patrón ¿cuál será ese? Antítesis y confrontación de un poder sobre otro, sin garantía de síntesis.

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