martes, 12 de noviembre de 2019

He estado pensando en los pros y contras de ser Pareman: Por una parte, se apropian tanto de tu figura que hasta te vuelven un superhéroe de comic al estilo de un Avengers criollo (Capitán Alameda), todo amparado por el contexto social y su ingente necesidad de levantar referentes heroicos de combate (ya lo dijo Joseph Campbell respecto al correlato mítico del héroe en la historia). Aunque, por otra, te vuelven objeto de cosificación por redes sociales dada tu actitud en el campo de lucha, a tal punto que hasta te acosan y te mandan mensajes de evidente deseo, delatando así tu anonimato y tu trinchera silenciosa. Pese a todo, no quieres sacar provecho de esa pequeña fama involuntaria. Estás demasiado compenetrado con tu activismo que no se te pasaría por la cabeza cobrar derechos por la apropiación cultural de tu figura para la construcción de un personaje de ficción, y eres demasiado piola como para consentir las necesidades de atención de un grupo de féminas que no lograron ver más allá de la apariencia y se quedaron solo con la forma de tu fondo.

No hay comentarios.: