martes, 22 de octubre de 2019

Con un loco de la casa fuimos a cachar al plan. Montonera de vehículos a un costado de Huito. Se bajaron una serie de flaites a desvalijar una tienda de ropa justo arriba de la escalera mecánica. Luego, asomándose al sector de Pudeto, todo parecía indicar que Corona era el principal centro de acopio. Iban y venían cargados de ropa, corriendo a toda pala. Al rato, llegó el camión de la yuta y persiguió a los locos que tomaron el desvío hacia la escalera Pasteur. El sector de la antigua casa derrumbada ahora era el sector que les servía de guarida. Después, otro par de flaites agarró a patadas otra tienda de ropa en toda la esquina, a un lado del Teatro Condell. Los pequeños comerciantes de la calle no se hicieron esperar, y los espantaron, agarrándolos a chuchadas: "Vayan a robar a las grandes tiendas, perkines culiaos", "Se les hace ir al Congreso, rechuchasumadres". La necesidad, la necedad y la desesperación vital, todo in situ. El lumpen sin razón cívica, confrontándose con la propia gente de a pie. Posteriormente, los pacos dieron la vuelta por Aldunate y volvieron a perseguir a los pocos flaites que quedaban saqueando. Aplauso unánime de los pequeños comerciantes, con palos y a viva voz, parándose frente a los pequeños ladrones. Fue brígido presenciar de cerca tal nivel de desconcierto. Un panorama desolador.

No hay comentarios.: